Gracias a las lluvias sobre la zona, en ciertos ríos y quebradas de los municipios del sur de Francisco Morazán, Valle y La Paz, el agua corre rebosante, en otros su andar es más lento y se estanca entre la arena y piedras, pero también quedan algunos que aún no muestran ni una tan sola gota en su recuperación.
El ambiente gris que normalmente priva en estos deprimidos municipios del corredor seco actualmente luce verde, lleno de vigor.
Algunas milpas sembradas con las primeras tormentas se asoman robustas a la orilla de la carretera, mientras los cultivos de los que recién depositaron las semillas sobre la tierra se presentan endebles y su futuro dependerá de la permanencia de la humedad sobre el campo.
Debido a los pronósticos, el gobierno decretó alerta roja en al menos 140 municipios de Honduras, localizados en Valle, Choluteca, El Paraíso, La Paz, Comayagua, Francisco Morazán, Olancho y Yoro. En Algunos municipios comenzó a llover, pero los campesinos no sembraron ante la incertidumbre.
Ahí la vida no es fácil para el hombre, tampoco lo es para los animales y las aves. Aunque los sembradíos y los pastos se ven verdes, el ganado, las bestias de carga y hasta los perros lucen famélicos y en vez de pastar o alimentarse prefieren refugiarse bajo los árboles para evitar los rayos infernales del sol. La brutalidad del calor es tal que para soportarla hasta los pájaros se zambullen y aletean en aquellas acumulaciones de agua.
“Mire que la quebrada de El Higuerito (Reitoca) ya tiene un poco de agua porque ha estado lloviendo en las montañas. Esto nos alegra. Aquí si no hay lluvia no hay vida y la situación se vuelve más complicada”, dijo el campesino Santiago Martínez.
A pesar de que las lluvias en estos sectores hacen que la vida recobre su fuerza, entre los pobladores prima la desconfianza de que vendrán tiempos mejores, incluso guardan mucho recelo sobre los pronósticos que emite el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sismológicos de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), cuyas publicaciones evitaron que muchos campesinos sembraran.
Incertidumbre
Aquí la gente no sabe mayor cosa sobre el cambio climático, o el fenómeno de El Niño y sus efectos porque permanentemente ha vivido asediada por la resequedad, y la improductividad de sus tierras poco fértiles. Tienen claro que si no llueve en los próximos días el agua que hoy corre por los ríos, las quebradas, arroyos y escorrentías pronto desaparecerá.
Marlon Osorto, alcalde de Reitoca, Francisco Morazán, sostuvo que las amenazas de la sequía sí le preocupan porque debe velar por la población de su municipio, pero lo que “nos habían venido diciendo a través de los pronósticos no ha resultado tan real, aquí ha estado lloviendo bastante”.
Lamentó que producto de los erráticos pronósticos casi el 70 por ciento de los agricultores no sembraron con las primeras lluvias y ahora es tarde para que lo hagan.
LA PRENSA constató que, aunque llueve en los municipios del corredor seco -como Coray, Goascorán, Aramecina y Caridad en Valle; y Aguanqueterique, San Antonio del Norte y San Juan, en La Paz-, los pronósticos erráticos tienen en incertidumbre a los habitantes de estas zonas del país.