“En la unión está la fuerza” dice una frase, y los pescadores de esta región del país la han puesto en práctica creando “Paisaje Marino”, nombre que lleva la Asociación de Pescadores Artesanales de Atlántida.
Esta organización está conformada por 26 asociaciones, desde la comunidad La Rosita, en Esparta, departamento de Atlántida, hasta Río Coco, en Balfate, Colón.
Un cayuco o lancha, cañas de pescar, señuelos o cebo, anzuelos y plomos y los accesorios de protección, componen el equipo de pesca que acompañan a diario a los pescadores, hombres curtidos por el sol debido a la faena diaria en alta mar.
Lo que inició como una labor para llevar el alimento a casa extraído del mar, ahora cada pescador de esta región abastece los supermercados de nuestro país. Al conformarse como asociación se les ha abierto un mercado.
“El producto lo vendemos al supermercado y otros negocios. Diariamente, lo que sacamos lo vendemos y es una forma de ganarnos la vida”, dijo German Hernández, presidente de los pescadores de Atlántida, que tiene su sede en La Ceiba.
Los pecadores aseguran que el cambio climático les ha pasado factura, ya que las poblaciones de peces han disminuido en los últimos años. De pescar unas sesenta libras diarias por pescador, en la actualidad solo logran extraer entre treinta a veinte libras.
Los precios varían dependiendo del tipo de pescado, el yalatel se vende entre 75 a 80 lempiras la libra, el calale a 50 lempiras y el pescado blanco entre 35 a 40 lempiras la libra.
En sus inicios como asociación, la pesca era más rudimentaria y como no contaban con un equipo de refrigeración para almacenamiento requerido del producto, debía agilizar su venta. La situación era un reto, ya que tenían un mercado de compra.
La situación ha mejorado para los pescadores, ya que el año pasado tuvieron el apoyo del gobierno central, otorgándoles un fondo de 5,000,000 de lempiras. Esto contribuyó para garantizar el proceso de la cadena de frío, desde la captura en alta mar hasta las manos del consumidor. Asimismo, facilitar un centro de acopio.
Con esta ayuda, los pescadores también buscaron alternativas de innovación y garantía jurídica a través de la legalización de las asociaciones para obtener su personería jurídica.
Además del proceso de fortalecimiento de competencias empresariales para cambiar la visión de una economía familiar a empresarial.
“Estas ayudas han sido bien recibidas porque ahora no estamos solos, sino que contamos con el respaldo del gobierno y organizaciones nacionales e internacionales”, agregó don German Hernández.
Corea del Sur también ha ofrecido apoyo a los pescadores artesanales de Atlántida. Don German Hernández fue invitado recientemente al país asiático, con el fin de fortalecer sus conocimientos sobre la pesca. “Los coreanos están dispuestos apoyar nuestra asociación, me dijeron que estaban disponibles 28 millones de dólares”, acotó Hernández.
Desde hace una década, la Red de Comunidades Turísticas de Honduras (Larecoturh) ha sido un baluarte en apoyo de la Mesa Regional de Pescadores Artesanales del Paisaje Marino, brindando capacitaciones e implementos de pesca, entre otras ayudas.
“Con los pescadores nos hemos reunido para revisar todos los logros de este año. Hemos compartido que ganamos algunos proyectos de pesca en donde se va a trabajar en toda la estructura y fortalecimiento de la Mesa”, dijo Marcio Rivera, director ejecutivo de Larecoturh.
“La mesa de pescadores está bajo la estructura del organigrama de Larecoturh y es responsabilidad de nosotros esa fortaleza. Otras organizaciones como Usaid, entre otras, tienen proyectos de apoyo a la asociación de pescadores”, agregó Rivera.
El 28 de julio se celebra el Día del Pescador Artesanal, con el fin de reconocer y rendir homenaje a los pescadores artesanales, que día a día se enfrentan los desafíos en el mar para obtener la pesca.
