Organizaciones de pescadores del sur del país instan al Gobierno a declarar una veda, aumentar la vigilancia naval y aplicar medidas recíprocas a El Salvador y Nicaragua que, según estas, interceptan y decomisan embarcaciones dentro de aguas hondureñas.
Recientemente, la Unión Regional de Pescadores Artesanales del Golfo de Fonseca (Urpagolf) denunció a Diario LA PRENSA que las autoridades navales de los países vecinos “continúan capturando a los pescadores hondureños y decomisándoles lanchas, motores y aperos de pesca bajo el argumento que faenan en su territorio marítimo”.
La Asociación de Pescadores Artesanales del Golfo de Fonseca (Apagolf) y la Mesa Nacional de Pescadores Artesanales de Honduras plantean que estos conflictos desaparecerían “si la Base Naval aumenta la vigilancia y si el Gobierno de Honduras pone los ojos en el golfo”.
“Esta región está en el abandono. El Gobierno debe poner los ojos en este golfo y también debe ejecutar medidas de reciprocidad a los pescadores de los países vecinos. A nosotros, los nicaragüenses nos decomisan lanchas, motores, aperos y trasmallos que muchas veces los roban”, dijo Moisés Osorto, presidente de Apagolf.
Osorto lamenta que miembros de la Fuerza Naval de Honduras, en algunas ocasiones, le exijan a los hondureños demostrar con coordenadas, mediante GPS, que efectivamente los militares de Nicaragua los detuvieron en aguas de Honduras en vez de vigilar el territorio marítimo y dar asistencia a los pescadores.
“Cuando las autoridades de Nicaragua detienen a un pescador hondureño, lo obligan a firmar un documento en el cual dicen que los detuvieron en aguas de Nicaragua, cuando la realidad es que los han detenido dentro de Honduras. Es lamentable, que la Naval de Honduras le pida a los pecadores demostrar con GPS que fueron detenidos en Honduras cuando estas personas apenas tienen la educación primaria”, dijo.
Osorto, quien es miembro de la Mesa Nacional de Pescadores Artesanales de Honduras, estima que es necesario que el Gobierno de Honduras imponga vedas de peces y camarones en el golfo para evitar, por sobreexplotación, la extinción de las especies marinas y la detención de pescadores de en aguas territoriales de los países vecinos.
Urpagolf, Apagolf y la Mesa Nacional de Pescadores Artesanales reconocen que muchos pescadores de Honduras son detenidos fuera del territorio nacional “por buscar las especies marinas que no tienen fronteras”.
Dagoberto Majano, un pescador de 62 años, comenzó a faenar en el golfo a los 17 y desde entonces ha estado sorteado los riesgos que conlleva trabajar en un área compartida por tres países.
“El 95% de la gente que está en la pesca vive de pescar en el mar, otros viven del trabajo que tienen en laboratorios. De la pesca depende la economía en el sur, depende el transporte, las personas que se dedican al comercio, a vender comida. Es una actividad importante que no ha sido tomada en cuenta por los gobiernos”, dijo Majano, residente en Cedeño, quien, según él, los nicaragüenses hace algunos años lo detuvieron dentro de aguas hondureños y lo obligaron a pagar una multa para recuperar una lancha.
Este día, los miembros de la Mesa Nacional de Pescadores Artesanales tienen previsto reunirse en Tegucigalpa con autoridades de la Marina Mercante y también con la Fuerza Naval para exponer sus problemas y soluciones.