25/04/2024
02:36 PM

Julia causó pérdidas en más de L8,000 millones a Honduras

La tormenta tropical causó efectos negativos equivalente al 15% del saldo dejado por los fenómenos Eta y Iota en 2020. Gobierno asegura que se construirán represas.

San Pedro Sula, Honduras.

La tormenta tropical Julia, fenómeno que golpeó a Honduras en octubre pasado, causó daños y pérdidas valoradas en más de L8,000 millones (más de $327 millones), equivalente al 4% de la cantidad de remesas que este año han enviado los hondureños del exterior ($7,933 millones).

Un estudio realizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Red Humanitaria Nacional, indica que de esa cantidad el 42% corresponde a daños, 56% a pérdidas y 14% de costos adicionales.

El estudio lo realizaron esas organizaciones con cifras generadas por Copeco, institución gubernamental que, junto con Alice H. Shackelford (coordinadora residente de las Naciones Unidas) lideran la Red Humanitaria Nacional.

Ramón Soto, ministro de Gestión del Riesgo y Contingencias Nacionales (Copeco), le informó a Diario LA PRENSA que “que la gran parte de los daños y pérdidas los sufrió la agricultura”, la cual pertenece al sector privado. El saldo dejado por Julia, comparado con los causados por otros eventos catastróficos, es bastante bajo, sin embargo, equivale al 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con estimaciones del gobierno. En 2020, Eta y Iota provocaron efectos negativos estimados en L52,099 millones (daños: 44%; pérdidas: 52% y costos adicionales: 4%).

Las consecuencias de Julia representan el 15% de los desencadenados por esos dos fenómenos.

Represas

Soto le manifestó a Diario LA PRENSA que el gobierno de Xiomara Castro comenzará en 2023 un proceso con el fin de construir represas de control de inundaciones en el occidente del país, región cruzada por los ríos Ulúa y Chamelecón.

$220 millones

Hasta 2019, construir la represa El Tablón costaba unos $220 millones, menos que los daños y pérdidas dejadas por Julia.

“La decisión ya la tomó la presidenta. Hará las represas. Hay que buscar el dinero, el financiamiento. Las pláticas ya están, la socialización ya está (...). Yo no había visto tanta unidad de criterios en el sector empresarial de San Pedro Sula, que es el más laborioso del país. Los empresarios están totalmente conscientes que esa es una de las soluciones que debemos apoyar todos, gobierno, pueblo y empresa privada”, dijo.

A la actual administración solo la represa de El Tablón le costaría más de $220 millones. En 2019, la unidad técnica del proyecto actualizó el presupuesto y estimó la inversión en $217 millones (incluye la presa, central hidroeléctrica, reubicación de carreteras, saneamiento y otros gastos).

“Las represas son una necesidad, no son la solución absoluta porque hay que incluir el componente del medio ambiente, laderas, protección del bosque, reforzamiento de bordos y desazolve de ríos, canales, quebradas; capacitación y conciencia de la población. El valle de Sula es el pulmón económico y no podemos continuar en lo mismo porque eso cansa el presupuesto general de la república, la economía del sector privado y cansa el bolsillo del hondureño común y corriente que todos los años están sufriendo por los embates a su vivienda, gallinas, cultivos”, dijo.

Productores

Para Maynor Velásquez, gerente de la Asociación de Productores de Bananos Nacionales (Aprobana), “en términos generales las cifras de los daños y pérdidas dejadas por Julia suenan bajas, pero para los afectados es un problema que aún no logran superar porque no reciben apoyo de la banca nacional”.

“Ahorita los productores afectados por Eta y Iota y golpeados por Julia están entre la espada y la pared. La única esperanza que tienen es un préstamo internacional que el gobierno debe respaldar para que una empresa israelí reactive las fincas destruidas por esos fenómenos. El jueves nos reuniremos con la ministra de la Secretaría de Agricultura y Ganadería para saber que pasará”, informó Velásquez.

De acuerdo con cifras de Aprobana, Julia dañó siete fincas de banano, ubicadas entre La Lima y San Manuel, Cortés, que los propietarios reactivaron después de que Eta y Iota las arrasara en 2020.En la costa norte, alrededor de 5,000 hectáreas de banano dejaron de producir después de Eta y Iota porque los dueños no lograron obtener apoyo financiero de la banca nacional por el alto riesgo que implica la inversión.

Algunos productores que lograron préstamos en 2021 registraron nuevamente daños y pérdidas en 2020 con el paso de la tormenta Julia.