Tegucigalpa
El diálogo continúa estancado y los acuerdos parecen cada vez más lejanos para poner fin al prolongado enfrentamiento de los docentes que rechazan las reformas a la Ley del Instituto Nacional de Previsión Magisterial (Inprema).
Hace dos semanas “las bases del magisterio” suspendieron las tomas del edificio del Inprema, después de 15 días de huelga. Las instalaciones fueron liberadas bajo la medida de que la Comisión de Educación del Congreso Nacional tomaría en cuenta un pliego de peticiones entregado por los docentes que se oponen a las actuales reformas.
Ayer los maestros volvieron a manifestarse, llegaron al Congreso para exigir las modificaciones que proponen, argumentando que las “mejoras” son necesarias para proteger sus derechos.
Héctor Díaz, comisionado del Inprema, calificó estas propuestas de inviables, asegurando que no son sostenibles para la institución a largo plazo. “Nosotros entregamos un documento y esperamos que sea transferido a ellos. Ellos pidieron al Congreso Nacional y lo hicieron con una propuesta escrita, nosotros contestamos con el impacto”, afirmó Díaz.
Cabe destacar que se negó a revelar cifras del impacto financiero argumentando que son exclusivas para el Congreso Nacional.
Ayer, el comisionado Díaz también estuvo presente en el Poder Legislativo, pero fue despedido con agresiones por los docentes que llegaron a manifestarse.
Díaz logró abandonar las instalaciones del Congreso Nacional por el resguardo de agentes de la Policía.
Entre los argumentos que mencionan los profesores que defienden la reforma está la mejora de los beneficios, y de acuerdo a las autoridades en promedio la pensión de los jubilados será de 10% al 15% mejor, incluso en algunos casos esos porcentajes podrían subir más.