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Honduras es el segundo país más afectado por el cambio climático

  • 25 enero 2020 /

Después de Puerto Rico, Honduras es el más perjudicado por fenómenos climáticos extremos.

    San Pedro Sula, Honduras.

    La adaptación al cambio climático es la respuesta más eficaz para enfrentar los riesgos de sequía que se ha ensañado, en gran medida, con la seguridad alimentaria.

    Por 60 años, la sucesión constante de eventos meteorológicos extremos ha empeorado la vulnerabilidad de las familias que viven en el corredor seco de Centroamérica, un tramo de tierra de 1,600 kilómetros de largo y de 100 a 400 kilómetros de ancho, que concentra al 90% de la población del istmo.

    LEA: Más de 900,000 personas en inseguridad alimentaria en Honduras por la sequía

    Esta franja corre paralela a la costa del Pacífico de Chiapas, México, hasta el occidente de Panamá, dejando a su pasa tierras áridas también en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

    Uno de cada cinco hogares en el corredor seco ha experimentado hambre, según un estudio elaborado en 2019 por la Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Honduras (Utsan) y que divulgó Efe.

    Loremsmos
    Más de 900,000 hondureños sufren de inseguridad alimentaria en el corredor seco

    En Honduras, más de 900,000 personas sufren inseguridad alimentaria en el corredor seco, aseguró Juan Antonio Barrios, gerente del programa técnico Cambio Climático, de la organización Visión Mundial en Honduras, citando el informe de la Utsan, en una entrevista publicada por la agencia de noticias.

    Los principales líderes políticos y empresariales del mundo, reunidos días atrás en Davos, Suiza, ahondaron sobre los efectos del cambio climático y cómo generar propuestas de resiliencia, haciendo de las temáticas las protagonistas del encuentro.

    60 % vive en pobreza
    En el corredor seco, seis de cada diez personas viven en pobreza, reveló una investigación de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo.

    En ese escenario se difundió la lista de los diez países más afectados por el cambio climático, que encabeza Puerto Rico, seguido de Honduras y Myanmar, de acuerdo con el Índice Global de Riesgo Climático 2019.

    El estudio, elaborado por German Watch, analiza en qué medida los países y regiones se han visto afectados por los impactos de los eventos de pérdida relacionados con el clima, como tormentas, inundaciones u olas de calor.

    La falta de lluvia y la pobreza golpean a la población que vive en el corredor seco centroamericano.

    “Casi todos son países en vías de desarrollo y muchos son pequeños estados con poblaciones vulnerables”, dijo el vicepresidente de Finanzas y Contralor del Grupo del Banco Mundial, Jorge Familiar, al hacer mención del estudio a través de su Twitter.

    Completan la tabla Haití, Filipinas, Nicaragua, Bangladesh, Pakistán, Vietnam y Dominica.

    Según el estudio, Honduras registró de 1998 a 2017 unos 66 eventos climáticos, que dejaron pérdidas superiores a los $556 millones (L13,635 millones).

    1.8% Pérdidas respecto al PIB
    Según German Watch, las pérdidas económicas de Honduras producto de fenómenos climáticos equivalen a casi 2% del producto interno bruto.

    Acciones.

    El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) trabajará en conjunto con el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie) para desarrollar investigación y el fortalecimiento de los sistemas agroforestales del corredor seco centroamericano.

    Con esta alianza, las instituciones, ambas con sede en Costa Rica, pretenden contribuir a la resiliencia al cambio climático y a la seguridad alimentaria de unos tres mil pequeños productores del corredor seco.

    “Este ya es un asunto que nos atañe a todos, y lo que se acordó que con nuevo proyecto el propósito es comenzar en trabajar precisamente en los relacionado con el combate, previsión y adaptación al cambio climático, desde la perspectiva de un situación ya permanente”, dijo Franklin Marín, representante del IICA en Honduras.

    Durante una plática con Anabel Gallardo, presidenta de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), Marín coincidió con la directiva de cuán importante es que los productores cambien actitud y educarse en el tema.

    “La gente tiene un año seco y piensa que el año siguiente ya no será así. Todavía los productores agrícolas, ganaderos, avicultores y toda la cadena no han asimilado que esta es una condición que se va a mantener permanente y por lo tanto hay que comenzar a buscar nuevos sistemas para ser más efectivos ante esta situación”, dijo Marín.

    Las labores que IICA y Catie consideran realizar este año incluyen estrategias innovadoras para fortalecer capacidades, gestionar conocimiento e intercambiar experiencias sobre adopción de tecnologías que reduzcan la vulnerabilidad a factores ambientales, sociales y económicos en la región.

    “Hemos platicado en diferentes foros a nivel de la región y el asunto es que la planeación y la preparación para una agricultura resiliente a la intemperie o al cambio climático van en varias etapas, la primera es la información, y la segunda, prepararnos, quiere decir la forma en que planeamos y que generamos nuestra producción”, agregó Marín.

    Sobre el último componente, el representante del IICA destacó que tiene un costo, por ejemplo, los sistemas de riego.

    “Si todo el valle de Jamastrán tuviera sistema de riego, nunca habría problemas, porque aunque hay suficiente agua, aunque no llueva, pero resulta que para instalar sistemas de riego hay que hacer una inversión inicial y después otras inversiones de mantenimiento”, dijo Marín.

    El acuerdo entre IICA y Catie incluye el desarrollo de estudios, investigaciones y programas para la formación de productores, técnicos y especialistas.

    Asimismo, las dos instituciones tienen la intención de crear una plataforma que funcione como hub de innovación que sistematice y facilite el acceso a innovaciones adaptadas a la región, con información sobre los resultados de investigaciones y otros insumos adicionales, según la planificación.