La nominación de Jhosy Toscano como nuevo consejero del Consejo Nacional Electoral (CNE) se ha tambaleado apenas un día después de que el Partido Liberal lo designara como el posible reemplazo de Ana Paola Hall. Cobra fuerza la propuesta inicial: mantener a Hall en el cargo.
La bancada de Libertad y Refundación (Libre) no apoyará la postulación de Toscano al CNE , según anunció su candidata presidencial Rixi Moncada. Sin los votos del oficialismo, su candidatura no puede avanzar.
El problema para los liberales es que, aunque necesitan reunir 86 votos, entre ellos y los nacionalistas apenas suman 75. Y, según ciertos trascendidos, el precio a pagar por el apoyo de Libre sería demasiado alto, dadas las condiciones que el partido de gobierno habría planteado.
Condiciones
Entre los puntos ya puestos sobre la mesa por Libre figura principalmente la reversión o enmienda de los pliegos de contratación del sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Trep), con el fin de eliminar la verificación humana de las actas con inconsistencias. Asimismo, trascendió que el oficialismo busca apoyo para aprobar la cuestionada Ley Tributaria.
Otro punto en juego es el orden de precedencia del órgano electoral, es decir, que el Partido Liberal acceda a declinar de la presidencia que recae en Hall el próximo 13 de septiembre y, en su lugar, asuma Marlon Ochoa, de corte oficialista.
“Ahora es que, si no les dan la presidencia del CNE en septiembre y no se retrocede con el Trep, no van a dar los votos para que se produzca la sustitución de la doctora Hall y funcione normalmente el CNE”, denunció la diputada liberal Maribel Espinoza.
Espinoza calificó de “extorsión” las condiciones planteadas por Libre y culpó al oficialismo por cualquier atraso en el calendario electoral: “Es su exclusiva responsabilidad si no tenemos Trep oficial. El martes dirán en el Congreso que prorroguemos el plazo para el Trep”.
“Hay que pagar primero la extorsión que (se) ordena desde Libre para controlar el CNE, para que ellos ganen las elecciones con fraude electrónico y, además, que Libre está dispuesto a quedarse en el poder por la fuerza”, advirtió la parlamentaria liberal. Con esta postura en el oficialismo, para la exprecandidata presidencial “cayó por completo la careta y el telón ya está en el suelo; los politiqueros en Libre, nuevos extorsionadores de corbata, mostraron su verdadera cara”.
“Trataron de impedir que los ciudadanos ejercieran el sufragio el 9 de marzo con las ausencias injustificadas de Marlon Ochoa, cometiendo delito al obstaculizar el cronograma de las actividades del CNE e impidiendo el funcionamiento del CNE”, rememoró Espinoza.
¿Se quedará Hall?
Frente al bloqueo de Libre, diversos sectores ven más viable convencer a Hall de permanecer en su cargo. Para sustituirla, el Congreso Nacional debe superar al menos tres votaciones clave: aceptar su renuncia, aprobar la dimisión de Toscano como diputado —pues la ley prohíbe que un consejero ocupe o aspire a un cargo de elección popular— y ratificar su nombramiento como nuevo consejero.
Cada una de estas decisiones requiere 86 votos, una cifra que solo puede alcanzarse con el respaldo de Libre. En esta operación también planea la sombra de una posible maniobra: los partidos de oposición y sectores de la sociedad civil temen que, aunque se aprueben las renuncias, Libre podría retrasar la votación del nuevo consejero, permitiendo que Ochoa asuma la presidencia del CNE y dejando al Partido Liberal sin representación.
“Si Libre ya tiene un mandato de su candidata y, me imagino, de su dirigencia de no acuerpar la propuesta del Partido Liberal, no se tienen los 86 votos para nombrar el sustituto de Ana Paola Hall”, sentenció el diputado liberal Marlon Lara.
Lara no duda sobre los votos para admitir las dimisiones: “En primer lugar, hay que dejar claro que sí van a aportar los votos ellos para aprobar la renuncia, pero no lo van a dar para nombrar al sustituto”.
“Significa que nos quedamos sin consejero en el CNE, el cual no va a poder tener sesiones de pleno porque se necesitan tres; tampoco van a poder llamar a un suplente como mucha gente ha dicho, entonces eso sí pone en riesgo las elecciones”, expresó.
A juicio de Lara, “es por eso que el camino lógico que tenemos es convencer a la doctora Ana Paola Hall de que se quede en el cargo, porque le va a tocar presidir las elecciones generales en el mes de septiembre, y es una persona muy capaz que tiene todo el conocimiento”.
Carlos Umaña, jefe de bancada del Partido Salvador de Honduras (PSH), sugirió que “realmente la única salida que queda es que los liberales convenzan a la doctora Ana Paola Hall de que no renuncie y, muy a mi pesar, nos vayamos sin el Trep. Si la sociedad civil vigila el proceso, las actas, pues al mejor estilo antiguo habrá elecciones”.
Como un panorama complejo y difícil avizora el analista político Raúl Paniagua la elección de un nuevo consejero del CNE.
