El Poy, Mapulaca, Pasa Monos y El Amatillo son los cuatro puestos migratorios que hay en la frontera entre Honduras y El Salvador.
Quien pasa por ahí lo hace cumpliendo con los requisitos legales establecidos en ambos países; el resto, puede entrar y salir como “Pedro por su casa” ya que hay centenares de puntos ciegos en 435 kilómetros lineales de frontera en donde lo que menos hay es autoridad.
La “cacería” de pandilleros implementada por el presidente salvadoreño Nayib Bukele debido a la escalofriante estela de muertes causada por ellos, abre de nuevo el temor de que los perseguidos intenten evadir la ofensiva refugiándose en cualquier rincón del lado hondureño.
Luis Alonso maldonado, general retirado de las FF AA
“Está la posibilidad que pandilleros se vengan para acá y ya tengan coordinados lugares de refugio”

El cuestionado régimen de excepción aprobado en El Salvador para enfrentar la violencia de las pandillas impone “ mano dura” a sus miembros. Eso ha permitido que en los últimos días ya hayan sido capturados 2,163 pandilleros.
Puntos de entrada
Históricamente, en Honduras han repercutido las acciones de seguridad que se adoptan contra las pandillas en el vecino país.
Para evitar lo que ya ha sucedido en el pasado se repita, el general (r) Luis Alonso Maldonado Galeas cree que es urgente establecer coordinación entre los órganos de inteligencia y darlescurso a operativos de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional, el Ministerio Público y el sistema de inteligencia nacional de El Salvador para identificar las áreas adonde se va a estar operando y así estimar cuales serían las rutas que podrían seguir para penetrar el territorio hondureño.
También ve oportuno que todos los sistema de control fronterizos: Migración, Aduanas, controles policiales y militares sean activados y reforzados en la frontera con El Salvador, ya que la mayoría es abierta y de libre paso por carecer de autoridad permanente.
Celia Medrano, especialista en seguridad
“Para enfrentar las pandillas se tiene que priorizar la investigación criminal para impactar sus estructuras”

Por último alertar a la población y mantenerla informada, además de indicar las acciones que deberían tomar los ciudadanos para contactarse con las instituciones desplegadas en la frontera para pedir su protección y seguridad.
“En el pasado hay antecedentes de que sitios hondureños sirvieron de refugio a pandilleros salvadoreños, especialmente en Valle. De ahí se extienden a Choluteca y El Paraíso. Uno de los sitios más utilizado por ellos es Alianza, Valle, por sus conexiones por el mar a través del Golfo de Fonseca. Al ser poco poblado facilita su supervivencia”, añadió.
Narrativa agresiva
Para Celia Medrano, investigadora salvadoreña de temas de seguridad especializada en derechos humanos, el régimen de excepción impuesto en su país es extremo.
“Lo que hemos vivido es grave, en tan solo un día hubo 62 homicidios; sin embargo, es una situación que debería abordarse en política pública en materia de seguridad”.
Considera peligroso lo que está sucediendo, ya que existe una narrativa agresiva que va dirigida no solo contra pandilleros, sino en contra de los que consideran opositores, entre ellos periodistas.
“Las pandillas, cuando pasan a ser estructuras de criminalidad organizada tienen características transnacionales. Estarán tanto en Honduras como en El Salvador”.Por ello cuando ambos países adoptan medidas, los pandilleros van de un país al otro para intentar escapar de esas medidas.
