Un equipo de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigación (DPI) irrumpió las instalaciones del Congreso Nacional en búsqueda de supuestos artefactos explosivos que habían sido ingresados por diputados de la oposición.
Los agentes policiales, vestidos con overol, inspeccionaron las gavetas de los curules de la bancada del Partido Nacional, se encontraron con proyectos de ley, mociones, un morteros y cinco petardos.
Mientras los agentes inspeccionaban, David Reyes, gerente del Congreso Nacional, montó una conferencia de prensa y señaló al diputado nacionalista Jack Uriarte de ser el responsable del ingreso -en la manga de la camisa- de los cohetes.
Uriarte aceptó que él había ingresado la pólvora, pero lamentó que con la intervención “están instrumentalizando instituciones como la DPI, para pedir órdenes de captura para que después no estemos en la elección del fiscal general y del adjunto, Luis Redondo no te tengo miedo”.
El oficialismo denunció que los congresistas opositores han ocasionado daños al equipo de votación, por lo que han tenido que suspender la sesiones.
Tomás Zambrano, jefe de la bancada nacionalista, condenó que “Redondo y su directiva ilegal son unos ridículos, increíble que la DPI se preste a ese juego político de Libre, estamos en una dictadura socialista”.
En el pasado reciente, Libre encabezaba insurrecciones legislativas y en muchas ocasiones sus diputados ingresaron gasolina al hemiciclo y no solo eso, intentaron incendiarlo, pero esos actos quedaron en la impunidad.
Ayer, el Partido Nacional anunció que suspenderán la insurrección legislativa para poder elegir al fiscal general y fiscal adjunto del Ministerio Público.