La mano criminal del hombre acabó con la vida de dos manatíes en el sector de la Barra de Cuero en el municipio de La Masica, Atlántida.
Autoridades de la Fundación Cuero y Salado que se dedican a proteger a dicha especie señalaron que fueron alertadas sobre el hecho el miércoles de la semana pasada.
Personal guardarrecursos y elementos de la Fuerza Naval que permanecen en el apostadero militar en el área protegida se dirigieron al lugar, donde encontraron un manatí adulto que presentaba tres balazos y un trozo de la espalda amputado. El ejemplar fue trasladado a la comunidad de Salado Barra, donde fue enterrado, según el protocolo recomendado por el coordinador del Programa de Investigación de la Fundación Cuero y Salado. Además se tomaron algunas muestras de tejido.
“Este suceso causa mucha preocupación en vista de que este mamífero es nuestro principal objeto de conservación”, señaló en un comunicado la fundación. El manatí es un mamífero especial que, a pesar de tener hábitos acuáticos y una conformación semejante a la de los peces, es, por todas sus características, semejante a los demás mamíferos.
En peligro
A pesar de que los manatíes no poseen ningún enemigo natural, el crimen pone de manifiesto que existen actividades humanas que amenazan a esta especie. Ciertas personas se dedican a cazarlo para comer su carne.
Algunos mueren golpeados por motores de lanchas conducidas a gran velocidad. También ponen en riesgo sus vidas la contaminación de las aguas y el uso de redes y aperos prohibidos por pescadores. Todos estos factores, sumados a su lenta tasa reproductiva, han contribuido a que se le haya incluido en las listas de especies en peligro de extinción.
“Estos acontecimientos no suelen darse en el área protegida. En esta ocasión se trata de dos informes de muertes reportados en un período de una semana, ya que el sábado 25 de junio se reportó el hallazgo de otro manatí muerto en circunstancias muy similares”, señalaron representantes de la Fundación Cuero y Salado. Se trataba de un mamífero macho que presentaba dos disparos y una herida de arma blanca (como la de un machete) en la trompa.
Se presume que los animales, que son inofensivos, fueron atacados por encontrarse en su etapa de apareamiento. La Fiscalía Especial de Ambiente ya hace las investigaciones para dar con los responsables. Mientras tanto se refuerzan las medidas preventivas para evitar que este tipo de eventos continúen.
