Luego de dos años difíciles marcados por el fenómeno climático de El Niño, que dejó en Honduras sequías, olas de calor y reducción de las lluvias, este 2025 da paso al fenómeno de La Niña, que genera efectos climáticos opuestos.
En 2024, El fenómeno climático El Niño dejó temperaturas récords a nivel mundial, siendo calificado por organizaciones como el más cálido, lo que puso en jaque a los productores hondureños, sobre todo en el Valle de Sula, donde las altas temperaturas se hicieron sentir con mayor fuerza.
De acuerdo a expertos, la reaparición de La Niña ocurrió desde diciembre y persistirá durante este primer trimestre, pero se preguntará ¿qué es este fenómeno?
La Niña es un fenómeno oceánico caracterizado por el enfriamiento de las aguas superficiales de la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial y por cambios en la circulación atmosférica tropical, lo que repercute en los regímenes de temperatura y precipitaciones en diversas partes del globo, explica el Instituto Nacional de Meteorología y Estadística (INMET) referido por un artículo de National Geographic.
De manera sencilla, el INMET explica la diferencia entre estos dos fenómenos atmosféricos. “Cuando son más cálidas (las temperaturas) que la media histórica, se produce El Niño. Lo opuesto ocurre con La Niña, que se refiere a la situación contraria, es decir, cuando el océano Pacífico ecuatorial es más frío que la media histórica”.
Francisco Argeñal, director del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos Oceánicos y Sísmicos (Cenaos), explicó a LA PRENSA que estamos bajo la influencia de La Niña desde diciembre y se pronostica que será de corta duración.
“Se espera que entre marzo y abril ya las temperaturas en el océano Pacífico vuelvan a sus condiciones promedio, fuera del umbral de La Niña, es decir, volverían a condición neutra”.
Con el fenómeno de La Niña en un período desde noviembre a febrero bajan pocos frentes fríos de Estados Unidos al golfo de México.
“Se llaman Niño y Niña porque producen condiciones opuestas. El Niño por lo general nos deja una canícula bastante larga, la temporada seca es bastante intensa, con temperaturas bastante altas, hay poca actividad de ciclones tropicales en el mar Caribe, con La Niña es todo lo contrario, la canícula es más corta, hay más actividad ciclónica en el mar Caribe y las temperaturas en marzo no son tan fuertes”, dijo Argeñal.
Se esperan cinco frente fríos
Pese a esto, se esperan temperaturas de medio grado más arriba del promedio para los meses de febrero y marzo.
El pronóstico de duración es entre marzo y abril. “Normalmente, cada año se presentarían alrededor de 16 empuje de masa de aire frío desde noviembre hasta febrero, este año pronosticamos que será menos debido a La Niña, esperamos uno o dos frentes fríos a final de este mes y probablemente dos en febrero y uno a mediados de marzo”, pormenorizó Argeñal.
No es de extrañar que en enero y febrero se presenten lluvias, aunque en el segundo mes del año será menor.
Para marzo se esperan temperaturas cálidas, pero, el director de Cenaos, explica que son otras las causas. “Esto no tiene que ver con El Niño o El Niño, son condiciones que se están dando por un calentamiento en la atmósfera que algunos los atribuyen al cambio climático que estamos teniendo desde hace un año, con temperaturas más altas del promedio a nivel mundial”.
Las temperaturas en marzo y abril podrían ser similares a las experimentadas en 2024.
Argeñal aprovechó hacer sus recomendaciones. “Pedirle a los productores especialmente a los ganaderos del norte de hacer un buen uso del forraje para el ganado porque el alimento podría hacer falta, porque habrá menos lluvias que un año normal, eso, por un lado, y, por otro lado, pedir que estén atentos a los frentes fríos porque cuando bajan son un poco violentos los frentes que se podrían dar, esperamos uno después del 20 de enero, la gente que vive cerca de las quebradas y ríos que estén atentos”.
Productores deben prepararse
Guillermo Cerritos, exdirector de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), manifestó que los productores deben estar atentos a las fechas de siembra propuestas por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), porque la mayoría de los productores de granos básicos no poseen facilidades de riego.
Rafael Argueta, directivo de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Sula (Agas), declaró que en la ganadería han aprendido a trabajar pese a las adversidades climáticas.
“Este año confiamos en Dios que sea beneficio para nosotros, pero hay muchas formas de conservar alimento para nuestros animales como son la conservación de forrajes a través del ensillaje, esto consiste en cortar pasto verde y guardarlo de forma anaeróbica ya sea encima de la tierra tapada por plástico o en bolsas plásticas”, compartió.
Agregó que también conservan forrajes a través de heno que consiste en cortar el pasto verde, dejarlo deshidratar a la intemperie por el sol y un par de días después enfardarlo y guardarlo, esto garantiza un suministro de calidad.
“Y las opciones más caras podrían ser el riego para los productores que tengan acceso a agua, ya sea por río o pozo perforado”, señaló Argueta, quien aseveró que como productores no se pueden dar el lujo de esperar pronósticos por lo que hay quienes ya están preparados con alimento para sus animales.
