Los precios de las mercancías importadas por Honduras, que subieron exorbitantemente entre 2021 y 2022 a causa del encarecimiento del transporte marítimo de contenedores, siguen por las nubes pese a la reducción de los costos del transporte de los fletes internacionales y la baja de la cotización del petróleo.
La inflación de Honduras, en 2022, se disparó a 9.8%, más del doble del porcentaje observado en 2021 (4.48%), por la crisis de los contenedores, la invasión ejecutada por Rusia en Ucrania y las alzas del precio del petróleo en el mercado internacional.
Estados Unidos y China Popular son los mayores proveedores de mercancías del mercado hondureño.
La inflación es obtenida por el Banco Central de Honduras (BCH) mediante el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que solamente considera el comportamiento de precios de 282 bienes y servicios básicos y excluye un importante universo de artículos importantes, como materiales de construcción y eléctricos, también muchos alimentos extranjeros.
Según el Banco Central de Honduras (BCH), “la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en agosto de 2023 fue de 0.50%. Por su parte, la inflación interanual se situó en 5.71%, siendo menor en 4.69 puntos porcentuales (pp) respecto a igual mes del año anterior (10.40%). En tanto, la inflación acumulada alcanzó 3.48%”.
“Vemos que la inflación es menor este año, pero eso no significa que los precios hayan vuelto al mismo nivel de 2021. Por ejemplo, los precios de los materiales de construcción, que no son medidos por el IPC, subieron más del 20% entre 2022 y 2021 y nosotros los seguimos comprando al mismo precio a pesar de que el petróleo bajó y los fletes marítimos”, dijo Cristian Guevara, un sampedrano dedicado a la construcción.
Efectivamente, una semana después de que Rusia invadiera a Ucrania, a inicios de abril de 2022, el barril de petróleo WTI superó los $115. En septiembre de 2023, el crudo se encuentra por debajo de los $87. El precio del transporte marítimo de un contenedor de 40 pies, que llegó a costar hasta $20,000, bajó a menos de $5,000.

El transporte de un contenedor de 40 pies hasta Honduras superó los $10,000 en 2022, actualmente, puede costar $5,500 desde Alemania, España, Italia, Reino Unido y otros países de ese continente, de acuerdo con la tabla de tarifas publicada en su sitio web por la empresa española BR Logistics Europa.
Mientras, “el precio de un flete marítimo para un contenedor de 40 pies de China a Honduras oscila entre los $2,000 y $4,000, dependiendo de la línea”, le explicó a Diario LA PRENSA Carlos Rivera Garin, presidente de la Asociación Hondureña de Compañías y Representantes Navieros (Ahcorena).
“Los fletes marítimos se han normalizado a valores prepandemia y en ocasiones abajo de esos valores, ahora el precio está determinado por la oferta y la demanda y variaciones en el precio del combustible. Habrá que estar pendiente de lo que pueda impactar la crisis actual del Canal de Panamá en caso se extienda”, advierte Rivera Garin.
El último índice compuesto Drewry World Container Index (WCI), publicado el 31 de agosto, indica el precio promedio internacional del flete de un contenedor de 40 pies bajó de $5,379 (15 de septiembre de 2022) a $1,740. En algunas rutas importantes, como la de Shanghai a New York, descendió de $9,569 (1 de septiembre de 2022) a $3,438.
Economistas consultados por Diario LA PRENSA coinciden en que el mercado hondureño, además de ser débil frente a otras plazas de la región, presenta distorsiones que son provocadas por algunos agentes económicos, como comerciantes que abusan de los precios o especulan.
La reducción del precio del petróleo y de los fletes marítimos no es reflejada en los precios de mercancías en el mercado nacional porque, dicen los economistas, algunos importadores “aún tienen en inventario parte de esos productos y ellos no pueden comercializados a precios más bajos porque perderían”.
La lentitud en el flujo de los inventarios, plantean los economistas, obedece a que la economía hondureña, como la mayoría del mundo, durante y después de covid-19, registró un frenazo en la oferta y demanda de productos, inclusive, de primera necesidad.
