Sin duda, uno de los momentos más dolorosos en la vida de los seres humanos es sufrir la pérdida de uno de sus seres queridos.
En la capital, después de ser velado por varias horas en la capilla de la Fuerza Aérea Hondureña, los restos mortales del piloto de aviación José Francisco Lagos Lanza fueron sepultados en un cementerio de la aldea Las Casitas, en las afueras de Tegucigalpa.
El cortejo fúnebre partió antes de las 2:00 pm al cementerio San Miguel Arcángel, donde amigos, excompañeros de estudio, entre otros, acuerparon a la familia Lagos Lanza.
“Ahora, él vuela alto, lo amo y lo amaré siempre”, expresó doña Nuvia Lanza, la progenitora de José Francisco, cuando daba sus palabras de agradecimiento a todos los que le acompañaron en el difícil momento.
En medio de la tristeza que le embargaba, recordó que en febrero recién pasado, cuando su hijo cumplió años, le pidió a los amigos y familiares enviarle un saludo mediante un video para hacer sentir bien a su vástago en el día de su natalicio.
“Lo recuerdo de pequeño, chinito, gordito, era un comelón”, rememoró don Juan José Lagos, padre de José Francisco.