Hace 194 años, Honduras se emancipó de la Corona española. Casi dos siglos después de ese histórico hecho, los países del istmo centroamericano celebran unidos respetando ese compromiso de libertad y hermandad.
En ese contexto se enmarcó el discurso del presidente Juan Orlando Hernández, quien a las 5:00 am encabezó los actos cívicos frente la estatua del prócer Francisco Morazán en las inmediaciones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), adonde tuvo lugar la ceremonia de tributo a la patria.
Al gritar ¡viva Honduras, viva la independencia!, el presidente Hernández también abogó por la unidad de la familia hondureña y por el respeto a los valores y la institucionalidad.
Lo acompañaron el alcalde capitalino Nasry Asfura y los regidores, Gabinete de Gobierno, militares y los embajadores de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
Mientras los cadetes izaban las banderas de cada país miembro de la otrora Federación, se escuchaban las notas de sus himnos nacionales.
Con 21 cañonazos de salva se saludó a la patria en la capital.
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“Como hombres y mujeres libres que somos, tomamos nuestras propias decisiones, nuestro destino como nación sin interferencia extranjera”, resaltó Hernández. “Un buen hondureño siempre habla bien de su país y de sus símbolos patrios”, añadió. Luego hizo hincapié en el papel de los jóvenes en este proceso de imitación de lo que nos heredaron los patricios de hace 194 años.
“El respeto a nuestros valores es lo que nos da fuerza moral como nación. La defensa de nuestra institucionalidad es una expresión de la importancia que le damos a nuestra democracia”, dijo el gobernante. Para él, la unidad de la nación “es fundamental para enfrentar los problemas económicos y sociales de nuestra época”.
En el estadio Nacional se vivió una gran fiesta patriótica.
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