Tegucigalpa, Honduras.
Satisfecho y optimista reaccionó ayer el presidente Juan Orlando Hernández ante el rumbo que ha tomado el debate sobre la aprobación de los fondos ofrecidos por Estados Unidos para la ejecución del Plan Alianza para la Prosperidad.
En los últimos días, una comisión del Senado propuso la asignación de 673.5 millones de dólares para la iniciativa y además propuso dos millones de dólares para apoyar el combate a la corrupción en Honduras.
Falta que la asignación sea aprobada por otros comités y que haya acuerdos entre la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos en un plazo máximo de dos a tres meses.
“Miramos que lleva un buen ritmo el debate y una buena tendencia para que finalmente tengamos algo que se llama la Alianza para la Prosperidad”, dijo Hernández al inaugurar un centro de alcance en la colonia Ramón Amaya Amador, de Comayagüela.
“Hemos estimado que de lo que podría tocarle a Honduras aportar, el Gobierno prácticamente está llevando a cabo estos programas cubriendo entre lo que podría ser el 70 y 80% de la Alianza para la Prosperidad”, indicó.
El Plan Alianza para la Prosperidad es una iniciativa que formulan los países del Triángulo Norte de Centroamérica para detener la emigración mediante la puesta en marcha de cuatro grandes componentes.
Uno es dinamizar el sector productivo para crear oportunidades económicas, otro desarrollar el capital humano, un tercer componente es mejorar la seguridad ciudadana, y por último garantizar el acceso a la justicia y fortalecer las instituciones para aumentar la confianza de la población.
“Yo le decía al vicepresidente (Joe) Biden que al final no es tanto la gran cantidad de dinero, es el mensaje que Estados Unidos coloque en su presupuesto una partida que diga Alianza para la Prosperidad destino Honduras, Guatemala y El Salvador”, dijo.
El pasado lunes, el secretario general de Gobierno, Jorge Ramón Hernández, dijo que Honduras iniciará otra ronda de cabildeos en Washington para garantizar la aprobación de los recursos.
Satisfecho y optimista reaccionó ayer el presidente Juan Orlando Hernández ante el rumbo que ha tomado el debate sobre la aprobación de los fondos ofrecidos por Estados Unidos para la ejecución del Plan Alianza para la Prosperidad.
En los últimos días, una comisión del Senado propuso la asignación de 673.5 millones de dólares para la iniciativa y además propuso dos millones de dólares para apoyar el combate a la corrupción en Honduras.
Falta que la asignación sea aprobada por otros comités y que haya acuerdos entre la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos en un plazo máximo de dos a tres meses.
“Miramos que lleva un buen ritmo el debate y una buena tendencia para que finalmente tengamos algo que se llama la Alianza para la Prosperidad”, dijo Hernández al inaugurar un centro de alcance en la colonia Ramón Amaya Amador, de Comayagüela.
“Hemos estimado que de lo que podría tocarle a Honduras aportar, el Gobierno prácticamente está llevando a cabo estos programas cubriendo entre lo que podría ser el 70 y 80% de la Alianza para la Prosperidad”, indicó.
El Plan Alianza para la Prosperidad es una iniciativa que formulan los países del Triángulo Norte de Centroamérica para detener la emigración mediante la puesta en marcha de cuatro grandes componentes.
Uno es dinamizar el sector productivo para crear oportunidades económicas, otro desarrollar el capital humano, un tercer componente es mejorar la seguridad ciudadana, y por último garantizar el acceso a la justicia y fortalecer las instituciones para aumentar la confianza de la población.
“Yo le decía al vicepresidente (Joe) Biden que al final no es tanto la gran cantidad de dinero, es el mensaje que Estados Unidos coloque en su presupuesto una partida que diga Alianza para la Prosperidad destino Honduras, Guatemala y El Salvador”, dijo.
El pasado lunes, el secretario general de Gobierno, Jorge Ramón Hernández, dijo que Honduras iniciará otra ronda de cabildeos en Washington para garantizar la aprobación de los recursos.
