Los socorristas nigerianos esparcían este miércoles productos desinfectantes en el lugar de la explosión de un oleoducto, que causó al menos 269 muertos en Lagos y dejó cientos de quemados, muchos de los cuales se esconden por miedo, según la Cruz Roja.
'La cifra exacta de víctimas podría no conocerse ya que muchos pueden estar escondidos y otras personas podrían morir a causa de sus heridas', declaró a la AFP el secretario ejecutivo de la Cruz Roja de Nigeria, Abiodun Orebiyi.
La Cruz Roja anunció que había enviado voluntarios para tratar de localizar a los heridos que se esconden y trasladarlos al hospital.
Al menos 269 personas perecieron en Lagos, capital económica de Nigeria, al incendiarse un oleoducto que fue saqueado el martes, aseguró Orebiyi.
'A las 18H00 locales (17H00 GMT) del martes habíamos contado 269 cadáveres' y 65 personas con graves quemaduras fueron hospitalizadas, declaró el portavoz, quien añadió que algunos de estos heridos podrían morir.
El miércoles, el Papa Benedicto XVI dijo estar 'profundamente triste' por esta tragedia y en un telegrama deseó que sus oraciones 'ofrezcan la paz eterna a aquéllos que murieron'.
La mayoría de las víctimas, en concreto '238 cuerpos', fueron enterradas colectivamente el miércoles por la mañana a unos kilómetros del lugar de la explosión, en un terreno ofrecido por una comunidad local, señaló un responsable de la Cruz Roja del Estado de Lagos, Ige Oladimeji.
La Compañía Nacional Petrolera de Nigeria, propietaria del oleoducto destruido por las llamas en el barrio popular norteño de Abule Egba, anunció por su parte que el último balance de víctimas se situaba entre '200 y 250 personas'.
Las víctimas del incendio son 'criminales' que saquean los oleoductos para robar carburante y revenderlo, afirmó Levi Ajuonuma, portavoz de la compañía.
Los lugareños confirmaron que unos ladrones habían perforado el oleoducto para cargar carburante en camiones cisterna.
Según los habitantes de Abule Egba, el oleoducto fue saqueado por ladrones profesionales. El fuego se desató sólo unas horas después, cuando llegaron en grupo vecinos con recipientes y bidones para robar pequeñas cantidades de combustible.
El miércoles los cuerpos carbonizados por la explosión habían sido evacuados, pero aún quedaban en el lugar restos humanos y pedazos de carne, constató un periodista de la AFP.
'Nuestra preocupación ahora es evitar la aparición de una epidemia' a causa de la putrefacción, explicó a la AFP uno de los socorristas, Ayo Alaba George.
Los actos vandálicos en los oleoductos de Nigeria son frecuentes durante los períodos de penuria de carburante como el que está viviendo actualmente Lagos.
Nota de día 260 muertos al explotar oleoducto en Nigeria
Una tubería de gasolina estalló en llamas cuando empobrecidos aldeanos trataban de recoger el combustible, causando la muerte de 260 habitantes y dejando heridos a 60 en la ciudad más grande de Nigeria ayer, informó la Cruz Roja.
Personal de esta entidad seguía sacando cadáveres chamuscados al atardecer, pero la tarea iba menguando, dijo Ige Oladimeji, funcionario de la Cruz Roja de Nigeria.
Se podían observar centenares de cadáveres mezclados y amalgamados en el sitio de la explosión, donde continuaba un gigantesco incendio.
El intenso calor de las llamas impidió inicialmente a los obreros de rescate acercarse al lugar, mientras gruesas columnas de humo se alzaban de la congestionada urbanización de Adule Egba, donde se registró la explosión.
“Sólo pudimos reconocerlos por sus cráneos. Los cadáveres están desparramados por todas partes”, manifestó Oladimeji. Los trabajadores “no pueden acercarse lo suficiente, pues continúa el incendio”, añadió.
Testigos dijeron que ladrones profesionales rompieron la tubería poco después de la medianoche y centenares de personas, hombres, mujeres y niños recogieron la gasolina durante horas en bidones de plástico, baldes y bolsas.

Los bomberos lograron apagar el incendio, pero la policía aconsejó la evacuación.
Se ignora porqué la gasolina se incendió. “Fue una tragedia que podría haberse evitado”, expresó Joel Ogundere, cuya vivienda estaba cerca del sitio de la explosión. “Fue un resultado de la pobreza, la ignorancia y la codicia”, señaló.
Oladimeji confirmó que había 260 muertos y 60 heridos.
Unas horas después de la explosión, una densa nube de humo seguía elevándose sobre el vecindario. En Nigeria se han registrado varios casos de personas que abren huecos en tuberías de transporte de combustible para extraer su contenido.
En mayo, más de 150 murieron por una explosión similar en Lagos. Nigeria es el mayor productor de petróleo en África, pero muchas personas en el país carecen de suficiente combustible para vehículos y estufas. La población mundial está consternada por el lamentable suceso.
Necesidad
La escasez de gasolina en días recientes hizo que durante el día se formasen largas filas de automovilistas en los centros de abastecimiento.