San Pedro Sula, Honduras.
La sonrisa en su rostro por haber recuperado a sus tres hijos se combina con las lágrimas cuando recuerda lo que vivió hace casi ocho meses cuando su expareja le cercenó los pies con un machete.
El pasado 4 de abril la Policía recibió una llamada de auxilio desde un sector montañoso de la aldea El Rancho, en Choloma, Cortés.
Heydi Waleska Hernández había sido atacada por su compañero de hogar Marcio Amílcar Mateo Salazar y trasladada al hospital Mario Rivas, donde tuvieron que amputarle los pies por la gravedad de las heridas que hacían imposible la reconstrucción.
La mayor preocupación de Heidy es carecer de ingresos económicos y no saber cómo comprará alimentos para sus hijos. “Mi papá es quien me ayuda, pero no tiene un trabajo estable. De vez en cuando es que le sale algo y con eso logramos tener para la comida. Le pido a las personas que me ayuden a poner una pulpería o algo que pueda hacer desde mi casa para ganar dinero porque en mi condición no puedo hacer mucho”, clama.
Su padre Oswaldo Hernández decidió ir a vivir con ella para apoyarla. “Sé que ella no tiene a nadie más que a mí y a sus hijos. Voy a estar para ella siempre”.
Ayudas
La Fundación para el Desarrollo de la Vivienda le regaló a Heidy la casa donde ella habita con sus hijos.
Ha recibido terapias en la Teletón y le han prometido prótesis, pero sus heridas no han sanado por completo y ha dejado de tomar las medicinas porque no tiene dinero para comprarlas. Además, necesita otra operación para mejorar los muñones en sus piernas. Para ayudarla llámela al 9850-8223.
La sonrisa en su rostro por haber recuperado a sus tres hijos se combina con las lágrimas cuando recuerda lo que vivió hace casi ocho meses cuando su expareja le cercenó los pies con un machete.
El pasado 4 de abril la Policía recibió una llamada de auxilio desde un sector montañoso de la aldea El Rancho, en Choloma, Cortés.
Heydi Waleska Hernández había sido atacada por su compañero de hogar Marcio Amílcar Mateo Salazar y trasladada al hospital Mario Rivas, donde tuvieron que amputarle los pies por la gravedad de las heridas que hacían imposible la reconstrucción.
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Durante esos meses sus tres hijos Mabel (8), Marcia (7) y Hasis (5) estuvieron con sus abuelos paternos y sin contacto con su madre.
“Tener a mis hijos me ha devuelto la vida. Había perdido el deseo de seguir viviendo, pero gracias a Dios he podido independizarme dentro del hogar y cuidar a mis hijos. A pesar que no tengo pies he aprendido a cocinar, lavar ropa y hacer el oficio de la casa”, expresa Heidy.
La mujer ha estado en terapia psicológica, pero resulta insuficiente para superar su situación. “Supe que al papá de los niños le dieron 15 años de cárcel, pero no es suficiente. Él al salir tendrá su vida normal y yo jamás voy a recuperar mis pies”, expresa.
Heidy se las ingenia para ponerse de pie y encargarse de las labores domésticas.
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Su padre Oswaldo Hernández decidió ir a vivir con ella para apoyarla. “Sé que ella no tiene a nadie más que a mí y a sus hijos. Voy a estar para ella siempre”.
Ayudas
La Fundación para el Desarrollo de la Vivienda le regaló a Heidy la casa donde ella habita con sus hijos.
Ha recibido terapias en la Teletón y le han prometido prótesis, pero sus heridas no han sanado por completo y ha dejado de tomar las medicinas porque no tiene dinero para comprarlas. Además, necesita otra operación para mejorar los muñones en sus piernas. Para ayudarla llámela al 9850-8223.