Un grupo de migrantes que sufrieron mutilaciones al buscar una mejor forma de vida emigrando a Estados Unidos, realizó ayer un plantón en las afueras de Casa Presidencial.
Se trata de los miembros de la Asociación de Migrantes Retornados con Discapacidad (Amiredis), quienes exigieron el apoyo del presidente Porfirio Lobo.
Los migrantes víctimas del tren conocido como la bestia denunciaron que el gobernante les había prometido la construcción de viviendas y no cumplió su palabra.
Norman Varela, hondureño con retos especiales, lamentó que desde noviembre de 2012 el Presidente prometió construirles viviendas durante una visita al departamento de Yoro, en donde radican la mayoría.
En medio de sus dificultades físicas, los migrantes se apostaron durante varias horas en las afueras de Casa Presidencial esperando una respuesta del gobernante que en ese instante se encontraba en Choluteca.
Valiéndose de sus sillas de ruedas, muletas y prótesis, estos hondureños pidieron además a las autoridades del Ejecutivo oportunidades de empleo para el sostenimiento de sus familiares.
