La Policía Nacional a través de la Unidad Departamental de Prevención #13 (UDEP13), realiza fuerte patrullajes de prevención en la zona fronteriza entre Honduras y El Salvador.
Estas operaciones policiales se encaminan en la prevención del ingreso a Honduras de personas antisociales pertenecientes a maras y pandillas de la República de El Salvador.
El pasado jueves, el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, dijo a diario La Prensa que se tiene “un despliegue operativo muy fuerte en la zona, presencia de inteligencia y también más puntos vigilados” en la frontera.
”Sabemos que los puntos intermunicipales integrados por municipios de Honduras y El Salvador podrían ser objeto de penetración, o servir de ida o venida a estas personas ligadas a maras”, subrayó el alto funcionario.
Las autoridades también han hecho llamamientos a los habitantes de la zona fronteriza con El Salvador a que denuncien cualquier irregularidad que observen en sus comunidades sobre el eventual ingreso de pandilleros salvadoreños.
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Las acciones son dirigidas por agentes de la Dirección Nacional de Prevención y Seguridad Comunitaria (DNPSC) en puntos de ingreso no autorizados como la aldea Santa Lucía municipio de Guarita, aldea Olocingo municipio de Cololaca, y aldeas del municipio de Valladolid.
Crisis en El Salvador
El Salvador se encuentra bajo régimen de excepción, dictado el domingo por el Congreso a petición del Gobierno de Nayib Bukele, tras una escalada de homicidios que el fin de semana se cobró la vida de más de 80 personas.
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Las medidas fueron aprobadas sin estudio ni discusión parlamentaria y modifican normas como el Código Penal, Ley Penal Juvenil, Código Procesal Penal y Ley Antiterrorismo.
La enmienda al Código Penal establece que la pertenencia a una pandilla se juzgará como agrupaciones ilícitas con penas de 20 a 30 años.
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Los legisladores también establecieron penas de entre 40 y 45 años de cárcel para “los creadores, organizadores, jefes, dirigentes, financistas o cabecillas”.