La enfermedad de pérdida de tejido de coral pedregoso (llamada SCTLD, Stony Coral Tissue Loss Disease), detectada por primera vez en 2014 frente a Florida, Estados Unidos, está atacando a una gran parte de las especies que viven en el arrecife de Islas de la Bahía.
La SCTLD se expandió en los últimos años por el Caribe y ha devastado muchas especies que se refugian en el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), ubicado en más de mil kilómetros de costa entre México, Belice, Guatemala y Honduras.
Informes de Roatán Marine Park (RMP) indican que la SCTLD apareció en los arrecifes de Roatán en septiembre de 2020.
Desde entonces, esta organización, con apoyo del Fondo del Arrecife Mesoamericano, la Agencia Suiza para el Desarrollo y otras entidades ha detectado en medio centenar de centros de buceo de Islas de la Bahía y Cayos Cochinos más de 1,370 colonias de coral afectadas, a las cuales le ha aplicado más de 3,000 tratamientos para más de 4,000 lesiones en 24 especies marinas.
Julio San Martín, biólogo de Coral Reef Alliance, le informó a Diario LA PRENSA que “esta enfermedad se propaga de manera rápida, lo cual ha causado preocupación entre organizaciones que intentan frenarla”.
“Es una enfermedad de origen desconocido, aún los países están haciendo investigaciones. Muchas organizaciones están aplicando tratamientos para controlar, pero eso no es una solución definitiva. Hay que hacer trabajos de investigación en laboratorios que representan una gran inversión. En Islas de la Bahía tienen la idea de instalar un laboratorio y esperamos que lo logren”, manifestó.
Importante
Más allá de la importancia que tienen para el turismo (atraen a miles de buceadores extranjeros), “los arrecifes son de gran importancia para el país porque son los principales productores de peces” que garantizan la seguridad alimentaria a personas radicadas en la costa, manifestó.
1. Un arrecife es una estructura subacuática que está formada por pólipos de coral que segregan capas de carbonato de calcio bajo su cuerpo. Los corales que forman arrecifes se conocen como “corales duros” o “constructores de arrecifes”.
2. Otros animales y plantas también contribuyen a la estructura de los arrecifes: algas marinas, esponjas, sedimentos, moluscos (almejas y ostras se suman a la arquitectura). Cuando estos mueren, también sirven como cimiento para nuevos corales.
3. Albergan más del 25% de la vida marina; entre ellas, especies herbívoras que comen algas y evitan que los corales sean asfixiados por sus competidores. Los depredadores mantienen el equilibrio de las poblaciones de peces pequeños.
Para atenuar el impacto, en Islas de la Bahía los centros de buceo se han sumado a la iniciativa denominada “Adopte un sitio de buceo” (promovida por RMP), que tiene como objeto evaluar y tratar colonias de coral en el oeste y sur de la isla.
El ambientalista Antal Börcsök, director del Tela Marine Research, explicó que la “SCTLD afecta a los corales que tienen un cuerpo de calcio y mata entre el 50% y 60% de los corales de la zona que ataca”.
“Desafortunadamente no hay una manera de detenerla. Todavía nadie sabe qué es. Los arrecifes de Tela por ahora están a salvo, no hay SCTLD. Estos han sobrevivido a tres epidemias: la que mató el erizo, la que mató las acróforas (un tipo de coral en peligro de extinción) y la que mató las esponjas de barril. Esas tres enfermedades atacaron en todo el Caribe y toda Mesoamérica, menos en Tela”, dijo.
Las variaciones de la salinidad en las aguas de la bahía son uno de los factores ecológicos, según Börcsök, que protege los bancos de coral de Tela, adonde este año llegarán estudiantes e investigadores de más de 30 universidades de EUA y Europa (como Oxford, Bristol, Newcastle y Cambridge) para realizar tesis con apoyo de Tela Marine Research.