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Estúpido poner a policías a luchar contra multimillonarios

  • Actualizado: 08 febrero 2010 /

Honduras ya no sólo sirve para el tránsito de la droga, sino que se ha convertido en un centro de operaciones fuerte del narcotráfico internacional por el repliegue de los cárteles mexicanos y colombianos a Centroamérica.

    Honduras ya no sólo sirve para el tránsito de la droga, sino que se ha convertido en un centro de operaciones fuerte del narcotráfico internacional por el repliegue de los cárteles mexicanos y colombianos a Centroamérica. Las actividades de estos cárteles “le están haciendo un daño terrible al país”, por lo tanto es un tema que incumbe a los hondureños y no sólo a Estados Unidos.

    Ésa es la apreciación del ex subjefe de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico, DLCN, Alfredo Landaverde, quien asegura que para evitar que lleguen narcoavionetas se debe enfrentar en tierra la organización de la droga.

    Landaverde también insiste en actualizar la legislación contra el crimen organizado con gente conocedora de Estados Unidos, Europa y con el apoyo de la ONU, OEA y consejeros de países como Colombia y México que han vivido ese terrible flagelo.

    El ex jefe antinarcóticos dijo que se tiene que preparar al personal y debe ser bien pagado con buenos seguros y con una buena protección a su familia. El recurso humano debe ser aprobado, o sea que pase por polígrafo y por todos los antecedentes que se necesitan para saber si se puede llegar a ser agente o jefe.

    “No se puede poner a luchar a un agente con un sueldo de diez mil lempiras frente a un multimillonario del narcotráfico y eso no sólo lo vuelve vulnerable, sino que es estúpido ir a morir en esas condiciones en una guerra totalmente asimétrica por la falta de logística”, dijo Landaverde en entrevista con LA PRENSA. El Estado debe crear un plan operacional que sea creíble y no tiene que darle publicidad porque la credibilidad le va a venir de los resultados, dice el veterano experto en temas del narcotráfico.

    Seguridad de la democracia

    Él es del criterio que deben nombrarse jueces especiales que se encarguen de conocer de los casos del crimen organizado que se cometan en cualquier lugar del país y que los juicios los lleven en Tegucigalpa y San Pedro Sula, pero que a esos funcionarios se les dé seguridad. Ese tipo de jueces existe en países como España y no constituye ningún tipo de delito.

    “Imagínese por ejemplo si a un juez en Guarunta -La Mosquitia- le toca llevar un caso contra el aparato del crimen organizado, ese pobre juez lo que hace es hacerse el loco”, apuntó Landaverde, quien fue asesor del Ministerio de Seguridad en el Gobierno anterior.

    Aseveró que el narcotráfico en Gracias a Dios y Colón se les ha ido de las manos a las autoridades.

    Apuntó que una de las formas de combatir el tráfico de droga por las vías aérea y marítima es enfrentar la organización criminal en tierra “porque si no hay quien reciba la cocaína, cómo va a venir un piloto con un avión a media noche a aterrizar”.

    El ex subjefe de la DLCN aseguró que las autoridades hondureñas saben quiénes son los narcos en Honduras y advirtió que el problema del narcotráfico debe enfrentarse por la misma seguridad de la democracia; “si no lo enfrentamos vamos a tener consecuencias duras y después al querer revertirlo va a ser tarde porque si México con toda su fuerza militar, naval y terrestre y con la ayuda de Estados Unidos no ha podido destruirlos, entonces estamos esperando que llegue la situación a eso y rendirnos”.

    No hay inteligencia

    Calificó de ridícula la decisión de andar destruyendo narcopistas porque se destruye una hoy y la noche siguiente abren otra. Landaverde señaló que otra de las grandes debilidades en la lucha contra el narcotráfico es que ni las Fuerzas Armadas ni la Policía tienen organismos de inteligencia bien montados; sólo cuentan con un mínimo sistema de información.

    “El mismo problema hay en el Ministerio Público que tiene un pequeño equipo de personas dedicadas a enfrentar al crimen organizado, pero que no resiste la más mínima confrontación en un desafío con los cárteles”.

    Dijo que la muerte del jefe de la DLCN, Arístides Gonzales, es una muestra de esa situación porque no han podido esclarecer su crimen y agregó que no sabe cuántos más van a caer para que el Estado acepte tomar el desafío del crimen organizado.

    Sugirió desarrollar la unidad de inteligencia de acuerdo con patrones como los de Europa, Estados Unidos, Canadá o Chile. La unidad debe tener una cara pública aunque con agentes secretos, pero los jefes deben tener nombre, dirección y teléfono para darle confianza al pueblo, con lo cual se demostraría que no es una sección de chismosos, sino que hay un hombre responsable al frente.