'Pido al pueblo hondureño que oren por el alma de mi esposo Eduardo Montes', clamó con su voz entrecortada Julissa Aguilar.
'Yo quiero hacer una aclaración al pueblo hondureño. Yo no estoy aquí para hacer política, para que me conozcan, quiero suplicar al pueblo hondureño sus oraciones por el alma de Eduardo porque mi único temor sobre él es la angustia que sufrió, la impotencia que lo hizo sufrir en ese último momento en que la vida se le arrebató tan cruelmente', solicitó la jueza viuda de Montes.
'Tengo miedo que ese dolor, esa angustia no lo deje descansar en paz. La única manera de lograr esa paz son las oraciones por su alma', dijo la abogada en el programa Frente a Frente.
Agregó: 'Yo sé que hay diferentes creencias, religiones; hay personas que creen que la persona fallece y ya no existe más, al contrario habemos otras que no lo creemos. Lo cierto es que independientemente de la religión, Dios existe. Dios está ahí. Nos lo demuestra todos los días, con el simple hecho de que su corazón palpite y que su sangre corra por la venas, ahí está Dios'.
'Si él hubiera tenido una muerte natural yo estaría consolada porque yo sé que él en su vida no hizo mal, cometió errores posiblemente como todas las personas. Él no hizo ningún mal a la gente, nunca odió, es una persona maravillosa, pero esa angustia al momento de morir es lo que me da temor', exclamó Aguilar.
Oración por Rigoberto Paredes
'También quiero pedir oraciones por el corazón y el alma del joven que le causó la muerte porque al fin y al cabo se va hacer justicia humana, pero no es suficiente, no compensa la pérdida de Eduardo', pidió la jurista.
Según Julissa Aguilar, 'todas las personas independientemente de lo que sean tienen derecho a una oportunidad a que Dios le toque el corazón, eso es lo que yo quiero'.
Para la viuda de Montes 'no es justificación el crimen organizado, no es justificación la pobreza, ninguna de estas circunstancia es justificación para quitarle la vida a otra persona, para dejar a unos hijos huérfano, a una mujer sola, realmente cómo lograr el perdón no lo puedo decir, solo sé que mis creencias me sustentan'.
'He conocido personas pobres y muy honradas, pero he tenido la desgracia de conocer pesonas intelectuales, una persona intelectual que salvajemente mató a mi esposo sin justificación por motivos vanos, eso no tiene nombre, eso no es por la delincuencia común, es un problema de lo que lamenteblemente hemos sembrano y vamos cosechando', recordó.
Honduras debe cambiar
'Quiero pedir a la población para que nos unamos por la familia para que ya no sigan ensangrentándose las calles, esa sangre que se derrama todos los días que clama justica', demandó Aguilar.
'Yo tuve la opertunidad de venir aquí, pero cuántas viudas, cuántas madres, cuántas hijas, cuántas mujeres sufren el dolor de haber perdido a un ser querido, cuántos hombres también, ya no podemos seguir en esta cadena de violencia', reclamó.
Asimismo dijo que 'el amor que le tengo a Eduardo me hacen venir aquí a pedir a todas las personas que le den sus oraciones para que descance en paz y que realmente empecemos a cambiar Honduras porque ya no podemos seguir así'.
Para la abogada detener la violencia no depende del Gobierno, 'depende de nosotros, somos nosotros los que debemos empezar a cambiar, somos nosotros que sembramos la semilla del amor en cada hogar'.
'Somos nosotros los llamados a cambiar', reiteró.