El sacerdote José Antonio Canales, Obispo de la Diócesis de Danlí, llegó este jueves al Ministerio Público a presentar su declaración sobre las cuatro denuncias de abuso sexual que pesan sobre el sacerdote German Flores.
Canales dijo que compareció ante la Fiscalía en representación del padre Flores ya que este se encuentra recuperándose de salud.
El Obispo aseguró que Flores está en el país recibiendo ayuda psicológica luego del escándalo desatado en los últimos meses luego que aparecieran varios testimonios que lo acusan de haber abusado de varios menores en la década de los años 90.
El pasado 27 de noviembre la sociedad hondureña se estremeció con la noticia de la desaparición del padre Flores y se manejó que se trataba de un secuestro ya que encontraron su vehículo destrozado en el fondo de una hondonada del sector y él no aparecía; sin embargo, días después la Policía desmintió esta versión e insinuó que se trataba de un intento de suicidio, misma que apoya la familia una joven que reveló el abuso del padre.
De acuerdo a reportes oficiales, Flores apareció varios días después con una herida en el cuello dentro del templo Perpetuo Socorro de Danlí, luego fue intervenido quirúrgicamente. El religioso sostuvo en esa ocasión que fue víctima de un secuestro y aseguró que fueron tres personas, una mujer y dos hombres, quienes supuestamente lo mantuvieron en cautiverio.
Sin embargo, trascendió que días antes de la desaparición del religioso, la joven Maryorie Almendárez, en su lecho de muerte, le confesó a su hermana cómo el padre German Flores supuestamente abusó de ella cuando tenía 8 años de edad. La familia de la víctima enfrentó al sacerdote a través de una supuesta conversación de WhatsApp.
A estas acusaciones se sumaron otras tres víctimas cuyos testimonios recogió el Ministerio Público.
El obispo Canales informó que la Fiscalía no ha requerido al sacerdote acusado por lo que él se presentó a la institución a brindar sus versiones del caso. Actualmente Flores se encuentra temporalmente suspendido de su cargo como párroco de la catedral de Danlí.
