Vecinos, amigos y familiares acudieron este sábado a la comunidad de Agua Azul Sierra, Santa Cruz de Yojoa, para darle el último adiós al querido padre Enrique Vásquez.
Los feligreses de diferentes comunidades cercanas asistieron para acompañar a la familia del sacerdote, que murió este miércoles de manera violenta.
El dolor de quienes lo conocieron y tuvieron la oportunidad de verlo crecer es un mayor, pues afirmaron que el religioso se caracterizó por su servicio a la iglesia.
Los restos del padre “Quique” fueron llevados a la iglesia de su ciudad natal, previo a ser sepultado en el cementerio de la zona.
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“Muchas gracias padre Quique por tu entrega”, fue el mensaje que los fieles, con rostros desencajados, portaron en un letrero mientras caminaban hacia la iglesia.
Muchos llegaron vestidos de blanco, reflejando el deseo del cese de la violencia en Honduras.
“Lo recordaremos como mucho amor y cariño, era muy cercano a nosotros. Él era un misionero por excelencia”, dijo uno de los asistentes.
El clamor de justicia también fue alzado entre los habitantes de la comunidad de Agua Azul Sierra.
”Él predicaba con la verdad y cuando alguien habla con la verdad cae mal. Porque el delegado tiene que dar el mensaje con la Biblia en una mano y con el periódico en la otra”, dijo uno de los asistentes al sepelio.
Su madre, María Donatila Cálix, y familiares se despidieron con lágrimas de dolor sobre el ataúd en el cementerio de la comunidad.
La tumba en la que descansan ahora sus restos fue bendecida previamente.
“Le doy gracias a todos por el acompañamiento, es un momento duro. Sé que él está en un mejor lugar. Tocaron su cuerpo, pero no el alma”, dijo uno de los tíos del padre Quique.
Marlon Pineda, alcalde de Santa Cruz de Yojoa, expresó que perdió a un amigo y consejero. “Siempre estaba preocupado por la comunidad, le han quitado la vida a una persona que siempre se proyectó con los jóvenes. Fue mi mentor y quien me animó a dedicarme a la política. Quiero hacer un llamado enérgico a los entes del país, la ciudadanía necesita seguridad. Solicitamos al ministro de Seguridad que le ponga empeño a esta problemática a nivel nacional”.
Feligreses de la parroquia San José, del barrio Medina, que él dirigía también asistieron para darle el último adiós a su querido líder.
El padre José Enrique Vásquez, de 47 años de edad, cumpliría en octubre próximo los 19 años de ordenación sacerdotal.
Este viernes, los presbíteros de la diócesis de San Pedro Sula con su obispo monseñor Ángel Garachana despidieron a su hermano, el padre Quique en un misa especial.
Alrededor de unas 800 personas asistieron a la celebración de cuerpo presente.
