Tocoa, Colón, Honduras.
La tarde era asoleada y perfecta para que Conifer Johana Lanza (31) y Lewis Munguía (32), junto con sus dos hijos y otros parientes, decidieran celebrar un convivio familiar a orillas de lo que parecía un manso arrollo en la comunidad de Taujica.
Nunca se imaginaron que en este lugar, ellas y sus vástagos pasarían los últimos momentos de sus vidas: el río les arrebató la alegría que festejaban.
Las familias llegaron a la 1:30 pm del lunes desde Tocoa al río Taujica en un pick up huyendo del sofocante calor que imperaba. La reunión empezó con la preparación de una comida bajo el puente que cruza este arrollo.
Eran las 4:30 pm y todo transcurría con normalidad.
Las dos madres y una tercera mujer charlaban sentadas dentro del río, a pocos metros sus hijos, Brayan Alexander Munguía Romero (7) y Mariángel Munguía Lanza (2), disfrutaban de las mansas aguas con otro menor de edad, cuando de pronto una crecida del afluente sorprendió al grupo de personas, arrastrándolas sin darles oportunidad de reaccionar.
Del violento caudal solo pudieron salir con vida la mujer y el niño que acompañaban a las víctimas. Ellos dieron la voz de alerta y la intensa búsqueda comenzó.
Recuperados
Bien entrada la noche, cuerpos de socorro, vecinos de la comunidad de Taujica y familiares de los desaparecidos lograron recuperar los cuerpos de los pequeños a unos cinco kilómetros de donde se encontraban bañando. Hasta ayer, elementos del Cuerpo de Bomberos y militares continuaban rastreando los cuerpos de las madres en toda la ruta de este caudal.
“Estamos recorriendo con una lancha todo el río y revisando las balseras, para ver si encontramos los cuerpos de las dos mujeres”, informó el capitán Francisco Martínez, jefe departamental del Cuerpo de Bomberos en Colón.
Las labores de rastreo se han centrado en el río Aguán y en el tributario Taujica. “Ya los niveles del río Taujica han bajado, esperamos que estas condiciones nos ayuden para lograr recuperar los cuerpos de las madres”, confió Martínez.
Carlos Munguía, subcomisionado departamental de Copeco en Colón, precisó que la crecida repentina tuvo lugar porque en la montaña estaba lloviendo, “no teníamos ninguna alerta para esta región”.
Velatorio
Los cuerpos de los dos pequeños eran velados en una funeraria en el barrio La Ceiba, de Tocoa, en medio del dolor, impotencia y desesperación de sus familiares.
“Esto ha sido triste para nuestra familia. Teníamos la esperanza de que ella y los demás estuvieran con vida. Era una niña muy feliz”, lamentó Bessy Lanza, pariente de la pequeña Mariángel.
“Es triste lo que estamos pasando, pero seguimos confiando en Dios en poderlas encontrar ya sean vivas o sus cuerpos”, dijo German Munguía, primo de Lewis Munguía.
Brayan Alexander Munguía cursaba el primer grado en una escuela privada de la colonia El Toronjal de esta ciudad.
Toda la familia recién estuvo celebrando con los dos malogrados pequeños y sus madres el Día del Niño.
La tarde era asoleada y perfecta para que Conifer Johana Lanza (31) y Lewis Munguía (32), junto con sus dos hijos y otros parientes, decidieran celebrar un convivio familiar a orillas de lo que parecía un manso arrollo en la comunidad de Taujica.
Nunca se imaginaron que en este lugar, ellas y sus vástagos pasarían los últimos momentos de sus vidas: el río les arrebató la alegría que festejaban.
Las familias llegaron a la 1:30 pm del lunes desde Tocoa al río Taujica en un pick up huyendo del sofocante calor que imperaba. La reunión empezó con la preparación de una comida bajo el puente que cruza este arrollo.
Eran las 4:30 pm y todo transcurría con normalidad.
![]() Los cuerpos de sus pequeños hijos Mariángel y Brayan fueron encontrados la noche del lunes.
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Del violento caudal solo pudieron salir con vida la mujer y el niño que acompañaban a las víctimas. Ellos dieron la voz de alerta y la intensa búsqueda comenzó.
Recuperados
Bien entrada la noche, cuerpos de socorro, vecinos de la comunidad de Taujica y familiares de los desaparecidos lograron recuperar los cuerpos de los pequeños a unos cinco kilómetros de donde se encontraban bañando. Hasta ayer, elementos del Cuerpo de Bomberos y militares continuaban rastreando los cuerpos de las madres en toda la ruta de este caudal.
“Estamos recorriendo con una lancha todo el río y revisando las balseras, para ver si encontramos los cuerpos de las dos mujeres”, informó el capitán Francisco Martínez, jefe departamental del Cuerpo de Bomberos en Colón.
![]() Familiares de las víctimas lamentan su trágico destino.
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Carlos Munguía, subcomisionado departamental de Copeco en Colón, precisó que la crecida repentina tuvo lugar porque en la montaña estaba lloviendo, “no teníamos ninguna alerta para esta región”.
Velatorio
Los cuerpos de los dos pequeños eran velados en una funeraria en el barrio La Ceiba, de Tocoa, en medio del dolor, impotencia y desesperación de sus familiares.
“Esto ha sido triste para nuestra familia. Teníamos la esperanza de que ella y los demás estuvieran con vida. Era una niña muy feliz”, lamentó Bessy Lanza, pariente de la pequeña Mariángel.
Los servicios de socorro continuaban ayer con la búsqueda de los cuerpos de las dos damas en el río Taujica.
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Brayan Alexander Munguía cursaba el primer grado en una escuela privada de la colonia El Toronjal de esta ciudad.
Toda la familia recién estuvo celebrando con los dos malogrados pequeños y sus madres el Día del Niño.
