“Edgardo desde anoche anda botando sangre de la nariz. Ahorita lo llevé al doctor porque fue exagerado. Uno piensa que es por lo mismo de la contaminación, pero no hay que confiarnos”.
Así tal cual pasó. La sampedrana Rocío Raudales se llevó tremendo susto cuando vio a su niño bañado en sangre, después de haber pasado la celebración del Día de la Madre, en la tumba de su progenitora y su abuela, que recientemente falleció.
“Él anduvo jugando tranquilamente. Es inquieto como todo niño de esa edad. Ya había presentado malestares más leves luego de los actos del Día de la Madre en el auditorio de la escuela. Sangró un poco, menos que la última vez, por eso decidí llevarlo al médico”, comentó.
Tras salir de la consulta con el galeno, éste le confirmó que la contaminación del ambiente que hay en Honduras, más la exposición al calor en su estadía en el cementerio causaron que a Edgardo se le reventaron los vasitos del lado izquierdo de la nariz.
El médico lo remitió con el otorrinolaringólogo y además de recomendarle reposo absoluto, es decir, ni correr ni salir a la calle, le recetó una suspensión acuosa a base de mometozona furoato. “Fue exagerado como le salía la sangre al niño. Quedó débil y le bajó un sueño tremendo que ni despertarlo podía”, contó asustada.
Advertencia de Salud
A través de un comunicado, la Secretaría de Salud emitió una serie de recomendaciones a la población para cuidarse los efectos a la salud que está causando la polución registrada en casi todo el país a causa del humo y las altas temperaturas.
“Ante el inicio brusco y repentino de síntomas como: fiebre mayor a 39 grados centígrados, dificultad respiratoria o cansancio, ros seca, secreción nasal, conjuntivitis (ojos llorosos o enrojecidos), estornudos, ronquera, dolor de cabeza y reacciones alérgicas producto de la inhalación de humo y gases tóxicos y de la contaminación ambiental ocasionada por el cambio climático las personas deberán buscar asistencia sanitaria de urgencia para evitar complicaciones y muertes”, cita el comunicado UVS-006-2024.
Por los malestares antes descritos también se pueden desarrollar complicaciones más graves como episodios de neumonía, de bronquitis/bronquiolitis, asma bronquial severa y Enfermedad Pulmonar Obstructiva-Crónica (Epoc).
Esta advertencia emana por la enorme contaminación que se posa como nube de humo en todo el país. “Prevalece una cuña de alta presión atmosférica, la que provoca que el vapor de agua contenido en el aire se condense, afectando aún más la mezcla de partículas sólidas y/o líquidas suspendidas en el aire, conocido como material particulado (pm 2.5 y pm 10)”.
Ambos son un contaminante ambiental procedente de diversas fuentes, como incendios forestales, quemas agrícolas, polen así como la contaminación que emana de las industrias, construcciones, excesivas emisiones nocivas de combustibles fósiles, entre otras. Todo combinado podría causar un posible incremento de enfermedades respiratorias, cardiacas y golpes de calor.
Además, sugieren fortalecer la vigilancia de enfermedades respiratorias, tanto de episodios en pacientes ya conocidos (prevalencia) como en pacientes con ocurrencia inicial (incidencia) de síntomas respiratorios y otras patologías asociadas.
Ellos son los grupos de mayor riesgo: personas con comorbilidades (Asma bronquial, Bronquitis- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, Cáncer pulmonar, Diabetes mellitus, VIH y Alérgicas) Niños menores a 5 años, mujeres embarazadas y personas mayores de 55 años.
Salud advirtió además a los establecimientos de atención clínica de todo el país estar atentos y preparados ante el incremento de episodios como cuadros de asma, neumonía, influenza y otros virus respiratorios especialmente Instituto Nacional Cardiopulmonar, Hospital General San Felipe, Hospital Escuela, Clipers y toda la de atención.
