El Congreso Nacional reanudó ayer las sesiones del segundo semestre con el estreno de una pizarra electrónica que permitirá a la población ser testigo del voto parlamentario por consignación de nombre.
El novedoso sistema tardó más de una hora para que los parlamentarios entendieran el mecanismo a usar, pues por primera vez se sabrá, a través de la pizarra electrónica, cuántos diputados llegaron a la sesión, cuántos se fueron antes de terminar la sesión, y cómo votaron.
Según palabras de Marcial Solís, director de Unidad Técnica de Modernización del CN, los diputados tendrán una tarjeta codificada que introducirán en el aparato receptor ubicado en sus curules, como forma de empezar para comprobar el quórum.
Posteriormente, al momento de la votación, los parlamentarios tendrán tres opciones en sus aparatos, una tecla verde para marcar el sí, el rojo es el no, y el blanco será la abstención.
En este asunto ocurrieron algunas fallas, pues al votar en abstención no aparecía el color blanco en algunos casos; pero los técnicos explicaron que eso puede ocurrir también al votar por sí o por el no, pero al imprimirse la hoja de votación aparecen justamente los nombres de los diputados y la forma en que votaron.
Otra de las acciones que quedaron claras es que una vez que el diputado vote no habrá forma de revertir el veredicto porque el sistema es obsoleto y no se puede reprogramar.
El sistema también presenta otras fallas pero es porque hace diez años fue programado; y aunque existe el compromiso de un país amigo, dijo Juan Orlando Hernández, de financiar el otro equipo de votación, aún no se materializa.
Los ensayos fueron buenos, pues en la pizarra se logró establecer la cantidad de asistentes, la forma en que votaron, cuantos a favor, en contra y cuántos se abstuvieron. Tras confirmarse el quórum, lo primero que se aprobó fue el acta de la sesión anterior.
Quedó claro también que ningún diputado podrá llevarse las tarjetas porque sólo hay una por parlamentario.
