En el país residen medio millón de extranjeros, informó el director de Migración y Extranjería, German Espinal. De éstos, apuntó, un 30 por ciento está indocumentado, es decir unas 150 mil personas.
Para el funcionario esto no representa ningún peligro para la seguridad nacional del país. Tampoco lo hay para los países amigos, como Estados Unidos, que desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 adoptó una política de regularización de inmigrantes y ha exigido a sus aliados seguir ese patrón.
El origen de los foráneos que residen en Honduras es compartido, pero hay una mayor presencia de personas de origen chino, árabe, cubano, norteamericano, inglés, hindú, centroamericano y sudamericano, comentó Espinal.
No es su culpa
“Del medio millón, hay un 30 por ciento que está irregular no por culpa de ellos, sino por las deficiencias de la institución -Migración y Extranjería. No representan peligro porque es gente que está por acá y quiere trabajar e invertir. No hay que verlos mal porque no queremos que vean así a nuestros hondureños en el exterior”, dijo.
El año pasado llegaron unas cien mil personas a Honduras con intenciones de quedarse, afirmó Espinal, pero muchos ya partieron. “Hemos tenido un problema de años para poder identificar con facilidad a los extranjeros.
Anteriormente la Cooperación Española gastaba entre 300 y 400 mil dólares en regularizar su gente, la Tela Raid Road Company tenía problemas con sus gerentes y la Cooperación Alemana no digamos. Pero ahora tenemos nuevo equipo y vamos a mejorar”, adelantó
El Banco Centroamericano de Integración Económica, Bcie, donó un equipo informático para utilizarlo en la regularización de las personas extranjeras.
Las oficinas de Migración ubicadas en los aeropuertos carecen de información que certifique quiénes son las personas que tienen prohibido salir del país. Se cuestiona que en las delegaciones sólo aparece en la base de datos el nombre de quien tiene alerta migratoria, sin número de identidad, fecha y lugar de nacimiento ni padrón fotográfico.