Hizo una enorme fila, pero al llegar a la farmacia del Hospital Escuela, en la capital de Honduras, se encontró con la sorpresa de que ahora debía pagar por las medicinas que necesita para curar su mal.
Marvin Varela sufre epilepsia, trastorno provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro.
Una persona con epilepsia sufre convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva.
Aseguró que al llegar a la ventanilla, donde se pagan los cinco lempiras correspondientes por concepto de recetas, la persona encargada le dijo que por cada pastilla que se le entregara debía pagar dos lempiras.
“El problema está en que nos están cobrando cada tableta, yo iba a reclamar 90 tabletas, y cada tableta cuesta dos lempiras”, expresó Varela. Estas 90 tabletas le duran, según sus declaraciones, un promedio de dos meses.
Comentó que lo que los tiene sorprendidos es que nunca les habían hecho un cobro por este medicamento denominado Fenitoina, el cual se usa para prevenir las convulsiones.
“Nunca nos habían cobrado, siempre nos han dado el medicamento gratis, esto no es justo, nosotros somos pobres, y este medicamento es indispensable”, dijo.
Nora Ordóñez, secretaria de la jefatura de Trabajo Social de la institución, dijo que siempre se les ha cobrado a los pacientes, aunque sea una cantidad mínima.
“Aquí el medicamento no es del todo gratis, si no tienen, pueden ir a trabajo social para que les ayuden”, aseguró.
Afirmó que los pacientes que no puedan pagarlos, deben hacerlo saber a las trabajadoras sociales. “Si van a Trabajo Social se los ponen como exentos y se les da gratis el medicamento”, concluyó.