San Pedro Sula, Honduras.
Cada día son más los menores de edad que mendigan en las calles. En todos los puntos donde hay semáforos es común ver a niños acercándose a los vehículos a pedir dinero.
“Lo peor que podemos hacer es darles dinero a los niños de la calle, porque hay adultos que se aprovechan de la situación para mantener sus vicios de drogas y alcohol a través de los menores”, expresó Delmi Murcia, directora regional de la Dirección de la Niñez Adolescencia y Familia (Dinaf).
La funcionaria dijo que si se le da dinero a estos menores, los adultos seguirán mandándolos a pedir. “Le van a seguir vulnerando sus derecho a la educación, a una vivienda, a una familia a y a la estabilidad emocional que un niño necesita, y además exponiéndolos a otros peligros como el ser abusados o a consumir drogas”.
Los menores que han hecho de las calles sus casas, además están expuestos a la prostitución, a la trata de personas y que sean usados por grupos criminales para distribuir drogas, dijo.“La población puede contribuir denunciando estos casos y no dar dinero a los niños de la calle; tampoco comida porque algunos la cambian por droga”, manifestó.
Programas. Murcia dijo que semanalmente hacen una intervención en calles para retirar a los menores y llevarlos a un albergue. En los operativos participan unas 20 personas de varias instituciones.
Dijo que trabajan con personal del Despacho de la Primera Dama, la Alcaldía, el Ministerio de Trabajo, organizaciones no gubernamentales y de la Policía Nacional.
“Los hacemos con varias instituciones para que entiendan que al poner un niño en mendicidad es un delito. Hay programas de la alcaldía en donde se les dan talleres a los padres, incluso les dan capital semilla para que instalen una microempresa y dejen las calles”, expresó.
“Cuando los padres reinciden en colocar a los menores en calles, mandamos un oficio a la Fiscalía para que ellos judicialicen los casos”, dijo.
Cada día son más los menores de edad que mendigan en las calles. En todos los puntos donde hay semáforos es común ver a niños acercándose a los vehículos a pedir dinero.
“Lo peor que podemos hacer es darles dinero a los niños de la calle, porque hay adultos que se aprovechan de la situación para mantener sus vicios de drogas y alcohol a través de los menores”, expresó Delmi Murcia, directora regional de la Dirección de la Niñez Adolescencia y Familia (Dinaf).
La funcionaria dijo que si se le da dinero a estos menores, los adultos seguirán mandándolos a pedir. “Le van a seguir vulnerando sus derecho a la educación, a una vivienda, a una familia a y a la estabilidad emocional que un niño necesita, y además exponiéndolos a otros peligros como el ser abusados o a consumir drogas”.
Los menores que han hecho de las calles sus casas, además están expuestos a la prostitución, a la trata de personas y que sean usados por grupos criminales para distribuir drogas, dijo.“La población puede contribuir denunciando estos casos y no dar dinero a los niños de la calle; tampoco comida porque algunos la cambian por droga”, manifestó.
Programas. Murcia dijo que semanalmente hacen una intervención en calles para retirar a los menores y llevarlos a un albergue. En los operativos participan unas 20 personas de varias instituciones.
Dijo que trabajan con personal del Despacho de la Primera Dama, la Alcaldía, el Ministerio de Trabajo, organizaciones no gubernamentales y de la Policía Nacional.
“Los hacemos con varias instituciones para que entiendan que al poner un niño en mendicidad es un delito. Hay programas de la alcaldía en donde se les dan talleres a los padres, incluso les dan capital semilla para que instalen una microempresa y dejen las calles”, expresó.
“Cuando los padres reinciden en colocar a los menores en calles, mandamos un oficio a la Fiscalía para que ellos judicialicen los casos”, dijo.