El TSE (Tribunal Supremo Electoral) puso ayer a prueba el sistema Trep (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) sin incidentes y llenando las expectativas de los movimientos políticos, con lo que se despeja, hasta el momento, cualquier sospecha de fraude electoral.
Se trató del tercer ensayo que la entidad rectora de los comicios hace antes de las elecciones primarias e internas, donde unos 50 mil aspirantes se disputarán las candidaturas a 2,990 cargos de elección popular.
El primer ensayo se hizo con 4,800 llamadas obteniéndose un “éxito relativo”, según los técnicos del TSE.
El segundo experimento, realizado el 2 de noviembre, se efectuó con nueve mil llamadas; mientras que el de ayer se produjo con más de veinte mil llamadas.
Al acto, que se efectuó en el hotel Marriot, adonde el TSE tiene uno de sus centros de cómputo, asistieron representantes de los 14 movimientos y de los tres partidos políticos, así como enviados de la OEA (Organización de Estados Americanos), PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y el IFES (Fundación Internacional de Sistemas Electorales), entre otros.
El Trep fue creado con la intención de conocer, en el término de unas dos horas a partir del cierre de la votación, una tendencia que marcaría el resultado definitivo de los comicios.
Esta información solo será divulgada si hay una tendencia clara y sostenible; de no haberla, la información oficial la dará el TSE hasta que tenga escrutado un alto porcentaje de las actas de cierre original.
Esto es a fin de evitar lo ocurrido en la elección de 2005, cuando Manuel Zelaya Rosales se declaró ganador con menos del 3% de los votos escrutados.
El Trep opera en dos hoteles: el Marriot y el Honduras Maya, adonde los sistemas instalados están interconectados, según la información oficial.
En el hotel Marriot, en la segunda planta, hay 343 “receptores verificadores”; en el Maya operan 189, todos supervisados por técnicos del TSE, según explicaron ayer los responsables del Trep.
Cada uno de los jóvenes receptores (vestidos de blanco) tiene audífonos cerrados para escuchar de manera exclusiva y sin distracciones los datos que le dé el presidente de la mesa electoral receptora. Esta llamada queda grabada para verificar cualquier dato que genere alguna duda.
Estos resultados los recoge el digitalizador sin saber a qué partido o corriente pertenecen, pues el sistema está programado para ese fin para evitar que el receptor manipule un resultado.
El receptor verificador registra los datos en su computadora, y a partir de ese momento el sistema contabiliza los resultados por movimientos y partidos, que son conocidos en un área separada.
Las llamadas provenientes de las 22,914 mesas electorales receptoras tendrán un promedio de duración 1.43 minutos, con un máximo de seis.
Los responsables de hacer estas llamadas serán los custodios electorales o los presidentes de mesas electorales.
