El lunes 23 de noviembre entró en vigencia el decreto ejecutivo de desarme general con el propósito de que no haya circulación de armas y personas armadas, incluyendo a quienes tienen permiso de portarlas. Eso ha bajado el número de emergencias en el hospital Rivas.
El director del hospital Mario Catarino Rivas, Nicolás Montes, aseguró que desde el 23 de noviembre, cuando el Gobierno lo decretó, el personal está feliz porque se ha reducido el número de atenciones.
El médico explica que cuando el Gobierno ejecutó esta medida las incidencias de traumas son menores, al igual que los casos de heridas de bala y machete y agresiones físicas, que son el pan de cada día en la sala de emergencia del hospital.
Aunque los zelayistas llamaron a boicotear las elecciones, el ministro de Salud, Mario Noé Villafranca, giró una circular para el director del hospital Mario Catarino Rivas, en la que le indicaba que doblara los servicios en las salas con mayor atención y así se preparara si ocurrían incidentes.
Aseguró que las salas estaban preparadas con doce a quince camas y dijo que ese día tuvo el respaldo de todo el personal.
De igual forma, la sala de emergencia del Mario Catarino Rivas contó con el apoyo de los estudiantes de Medicina de la Universidad Católica y de la Unah-vs.