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El relator de la ONU pide a Honduras medidas 'urgentes' para proteger a los defensores

  • 11 mayo 2018 /

Los defensores enfrentan 'peligros y riesgos por querer ser agentes de cambio'.

Tegucigalpa, Honduras.

Honduras sigue siendo el país latinoamericano más peligroso para los defensores de derechos humanos, con 97 asesinatos, dijo hoy el relator especial de la ONU, Michel Forst, que pidió al Gobierno medidas 'urgentes' para proteger a los activistas.

'Lamento concluir que, a pesar de los grandes esfuerzos para establecer un mecanismo fuerte y efectivo de protección, la mayoría de los defensores en el país no pueden operar en un entorno seguro y favorable', afirmó el relator especial de Naciones Unidas sobre los defensores de los derechos humanos, en rueda de prensa, tras concluir una visita de dos semanas a Honduras.

Los defensores enfrentan 'peligros y riesgos por querer ser agentes de cambio', indicó Forst, quien señaló que en su estancia en Honduras pudo escuchar decenas de testimonios de 'amenazas y acoso'.

Forst dijo que le 'preocupa enormemente la falta de un entorno seguro y propicio' para los defensores, especial los que defienden los derechos sexuales y reproductivos, la orientación sexual y la identidad de género, el periodismo, la tierra y los indígenas, lo mismo los que defienden el derecho a la educación.

' Honduras continúa siendo uno de los países más peligrosos en Latinoamérica para los defensores de derechos humanos, especialmente aquellos que trabajan en temas de tierra y medioambiente', enfatizó.

Lamentó 'la falta de consultas significativas' con las comunidades de pueblos indígenas y defensores de la tierra, pues considera que ello puede 'ayudar a prevenir los conflictos sociales', así como el asesinato de 97 activistas, aunque no precisó el periodo en el que ocurrieron esas muertes.

El relator de la ONU instó a Honduras a que 'adopte medidas para corregir los errores y adoptar medidas concretas para hacer frente a los desafíos que se plantean'.

Además, le pidió 'medidas enérgicas, como la elaboración de protocolos de investigación específicos para los delitos contra los defensores y defensoras de derechos humanos, iniciativas para reconocer públicamente el papel positivo que desempeñan y una mejor coordinación entre todas las instituciones del Estado'.

Dijo que espera que Honduras pueda 'ofrecer un entorno seguro y favorable para los defensores, un sistema legal que asegure la seguridad y un entorno favorable para trabajar', pero destacó una disminución en los homicidios en el país centroamericano.

'La impunidad, la falta de participación activa y la colusión entre poderosos intereses son ingredientes mortíferos que han convertido a Honduras en un lugar peligroso para los defensores de los derechos humanos', indicó el relator de la ONU en su informe sobre su visita a Tegucigalpa.

Señaló que la creación en Honduras de un mecanismo de protección para defensores y periodistas fue 'un excelente punto de partida', pero considera que es 'urgente fortalecerlo e integrarlo en un enfoque más amplio que proteja a los defensores y defensoras de los derechos en el país'.

Destacó que 'todavía hay cosas que hacer' para que el mecanismo sea 'más eficiente y así aliviar el riesgo que los defensores enfrentan' en Honduras.

Enfatizó que los defensores del medio ambiente y de los derechos de los indígenas 'se enfrentan a riesgos sin precedentes que ponen en tela de juicio la corrupción y la colusión entre quienes actúan para obtener beneficios políticos y las empresas que buscan ganancias'.

Forst dijo que se reunió este jueves con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, con quien diálogo sobre la posibilidad de que el Gobierno reconozca 'el rol positivo' de los defensores.

'Él es el jefe de Estado, debe proteger a los ciudadanos, estos son ciudadanos que simplemente están tratando de promover valores y los principios de la declaración de derechos humanos', explicó.

Resaltó que el presidente hondureño debe mostrar a los activistas que los ataques y la impunidad contra ellos 'no será tolerado'.

'La falta de acceso a la justicia o a otros recursos envía el mensaje de que los autores de abusos no serán llevados ante la justicia, lo que alimenta más ataques contra los defensores y defensoras de derechos humanos', destacó el enviado de la ONU en su informe que será presentado en sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.