Las autoridades de Salud temen que centenares de personas se hayan contaminado con grandes cantidades de pollo en mal estado que compraron en uno de los locales del mercado Central de esta ciudad.
Personal de la Región Metropolitana de Salud y de la alcaldía confiscaron ayer unas 400 libras del producto dañado durante un operativo de rutina. No se cuantificó cuánta carne contaminada había sido vendida.
El supervisor de Salud de la municipalidad, Francisco Díaz, indicó que es la segunda ocasión que se le confisca pollo en mal estado a Fredy Hernández, dueño del local 17, del mercado Central.
“Pasamos y sentimos el mal olor, nos detuvimos a revisar el estado de la carne y allí descubrimos que estaba vencida”, dijo Díaz.
Las 400 libras de pollo vencieron el 9 de noviembre, habían expirado hace más de dos meses.
Las autoridades temen que en otros mercados se esté vendiendo pollo y carne en mal estado, por lo que continuarán con los operativos.
La regional de Salud prepara un informe sobre el estado físico e higiénico en que se encuentran los siete mercados de la ciudad, el mismo será presentado al jefe de la unidad de mercados y abastos, Miguel Rivera, a fin de mejorar las condiciones de los mismos.
El mercado Guamilito fue el primer evaluado, reportando fallas menores que no representan agravio a la salud de los consumidores.
Advertencia
El administrador del mercado Central, Godofredo Cantoral, informó que le hicieron llegar a Hernández dos memorándum donde le exigían aseo permanente en el local y cambiar los congeladores en los que almacena el pollo, debido a la insalubridad.
“Nos preocupa la salud de las personas que compraron este producto dañado, podrían haberse enfermado, al igual que quienes lo adquirieron pero no lo han ingerido”.
Rafael Rodríguez, coordinador de interés sanitario de la Región de Salud, dijo que se presentarán pruebas en contra del propietario para que sea la Fiscalía quien determine las medidas correctivas a tomar.
“El local no reúne las condiciones que la región establece, es muy pequeño e insalubre; la Fiscalía determinará si paga una multa o si se le cierra temporalmente el negocio”.
Antecedentes
El 31 de diciembre los supervisores de salud municipal visitaron el local de Hernández debido a las quejas de los mismos vendedores.
Cuando llegaron al lugar se encontraron con una fuga de aguas negras dentro de las instalaciones del puesto, la cual producía el mal olor y contaminaba el lugar.
Hernández, propietario del local, no quiso responsabilizarse de sus actos, retirándose del lugar y dejando a su esposa, quien no quiso brindar declaraciones de lo sucedido.