25/07/2024
01:01 AM

De la noche trágica a centro penal modelo

Tegucigalpa.

Los recuerdos de la tragedia en que perecieron 361 personas durante un voraz incendio el 14 de febrero de 2012 en el interior del centro penal de Comayagua son imborrables y nada ha podido sanar las heridas de esa maldita noche.

Sin embargo, la vida sigue adelante y lo único que puede consolar el dolor es corregir los errores del pasado, lección que en la granja penitenciaria de Comayagua han puesto en práctica con la ayuda de toda la población del municipio.

El incidente estremeció a Honduras y el mundo, pues aún es el incendio carcelario más mortífero del planeta en los últimos 12 años y la peor tragedia penitenciaria en Latinoamérica en los últimos 27 años.

Pero luego del siniestro, Comayagua no se quedó de brazos cruzados, por lo que se formó el comité para la reconstrucción del centro penal y con el esfuerzo de ellos, la ciudadanía, sector privado y las autoridades del presidio finalmente las obras lograron ser culminadas.

Diario LA PRENSA visitó la granja penal y corroboró que los cinco módulos que fueron consumidos por las llamas aquella fatídica noche ya fueron totalmente reconstruidos y habilitados, al igual que la cocina, se instaló un sistema eléctrico completamente nuevo en toda la prisión, el cual cumple con todas las medidas de seguridad, se instalaron nuevos sanitarios y baños, que permanecen aseados, se les brinda asistencia sicológica a los reos, hay un programa educativo, oportunidad de trabajar para los internos, un miniparque, área de juegos de mesa y espacio para practicar deportes.

No, no es un paraíso, es una prisión y no todo es perfecto, pero comparado con la mayoría de los otros 23 centros penales hondureños, el de Comayagua es una cárcel modelo, pues logró superar el incidente e incluso mejorar sus instalaciones luego del siniestro.

También fueron reparados los otros cinco módulos de la granja penal.

La población del centro penal de Comayagua es de 546 reos y, gracias a las reparaciones, ya está lista para recibir nuevos ingresos de privados de libertad.

El actual director del centro penal, Alberto Mejía Donarie, explicó que quieren mantener la situación estable y por eso tienen establecido un límite de población penitenciaria.

“Si la cantidad de internos llega a 550, dejaríamos de admitir ingresos para no crear una sobrepoblación que afecte el centro penal. Aquí se han hecho muchos esfuerzos para mantener el lugar lo mejor posible y brindar condiciones dignas para los privados de libertad. Queremos ser un ejemplo”, dijo Mejía Donarie.

No olvidan

El reo Luis Antonio Cárdenas es el “profe” dentro del presidio de Comayagua, adonde lleva más de 10 años de estar. Él es uno de los sobrevivientes del incendio de 2012. “Nunca olvidamos a nuestros compañeros que murieron. Doy clases en el penal y muchos de los que fallecieron eran mis alumnos. Que Dios los tenga en su gloria”, declaró.

Cárdenas contó que el programa educativo que él dirige en la cárcel tiene 129 reclusos como alumnos, les imparte clases desde primer grado a segundo de bachillerato. “Guardo el recorte de la entrevista que me hizo LA PRENSA en 2013. Ahí se habla de todo lo que sufrimos cuando pasó esa fatalidad. A veces la leo y me hace recordar a mis amigos”, relató el profesor con una cándida sonrisa.

Manuel Hernández, expresidente de la Cámara de Comercio de Comayagua y quien integró el comité para la reconstrucción del centro penal de Comayagua, manifestó que los hechos son la mejor prueba del éxito que produjo el trabajo en conjunto para restaurar el presidio.

“A veces pareció difícil poder lograr los objetivos, pero nunca dejamos de trabajar, y con actividades como la maratón para recaudar fondos se fueron logrando las metas.

El Gobierno hablaba inicialmente de que para reparar el penal eran necesarios unos siete millones de lempiras, pero nosotros logramos que se hiciera una restauración con los mejores materiales y un sistema eléctrico que incluso incluye un control por sectores y todo con poco más de un millón de lempiras”, afirmó Hernández.

Maribel Ramos, delegada regional del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) en Comayagua, expresó que es resaltable cómo se logró mejorar las instalaciones del penal. “Las camas ahora están reforzadas de hierro y se hicieron varias mejoras. Siempre hay cosas que se pudieran mejorar, pero el trabajo hecho es bueno considerando que aquí prácticamente había quedado destruida gran parte de la granja penal.

Ahora ya no hay tanto hacinamiento y se reabrió el ingreso a nuevos reclusos”, indicó Ramos.

Aunque ya han pasado dos años desde el incendio en la penitenciaria de Comayagua, para las familias que perdieron un pariente en el siniestro, la tristeza y dolor sigue latente, pues el tiempo no llena el vacío de perder un ser querido.