En medio del dolor y peticiones para que otros secuestrados por las Farc no corran la misma suerte, los once ex diputados que murieron mientras eran rehenes de esa guerrilla fueron enterrados ayer por sus familiares en la ciudad colombiana de Cali.
Familiares de los políticos entregaron un 'cirio de la esperanza' a las madres de las también rehenes Ingrid Betancourt y Clara Rojas, que permanecen en poder de ese grupo, en una ceremonia religiosa. El cirio fue llevado por Juan Carlos y Danila Narváez, hijos de uno de los ex diputados de la asamblea del Valle del Cauca, durante los actos cumplidos antes de dar sepultura a los rehenes en la capital departamental, Cali, 500 km al suroeste de Bogotá.
Mensaje
Yolanda Pulecio, madre de la colombo-francesa Ingrid Betancourt, secuestrada desde febrero de 2002, señaló emocionada que espera que el gesto 'sirva para que en Colombia se acabe esta guerra' Betancourt y Rojas hacen parte, junto a tres estadounidenses y decenas de policías y militares colombianos, del grupo de 45 rehenes que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc proponen canjear por 500 rebeldes presos. Los 11 ex diputados, que también hacían parte del grupo de canjeables, murieron el 18 de junio según los rebeldes en el fuego cruzado con un grupo militar, aunque el gobierno colombiano acusa a la guerrilla de haberlos asesinado.
Intermediarios
El Comité Internacional de la Cruz Roja, Cicr recuperó los cuerpos en una zona selvática de la costa del Pacífico, en el suroeste de Colombia, y los trasladó el domingo en helicóptero hasta Cali. Una comisión internacional de forenses que identificó los cadáveres y que emitirá un informe sobre la forma de cómo murieron, entregó los cuerpos a las familias en la madrugada de ayer. 'Ya nos entregaron todos los cuerpos. La verdad que estamos muy sorprendidos porque el proceso de autopsias se hizo más rápido', señaló ángela Giraldo, hermana del diputado Francisco Javier Giraldo.
