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Crack y cocaína, lucrativo negocio en los mercados

  • Actualizado: 05 mayo 2009 /

La venta de droga al menudeo se ha vuelto una actividad que le genera muchas ganancias a verduleros y comerciantes de otro tipo que tienen negocios en los mercados.

La venta de droga al menudeo se ha vuelto una actividad que le genera muchas ganancias a verduleros y comerciantes de otro tipo que tienen negocios en los mercados.

Los narcotraficantes que operan en esos establecimientos tienen estructuras montadas para hacer sus transacciones ilícitas.

En el trabajo de investigación realizado por los reporteros de LA PRENSA se constató que las habitaciones de muchos hospedajes y hoteles que funcionan en las cercanías de los mercados Medina, El Rápido y Dandy, son utilizadas como centros de acopio de los traficantes que traen la marihuana y cocaína de Yoro, Colón y Atlántida en buses, camiones y carros particulares.

En las redes de distribución participan jóvenes y niños que son utilizados como mulas y banderas (el contacto entre el cliente y el vendedor) por los comerciantes que lideran el negocio del crack, cocaína y marihuana.

Lo preocupante es que en los mercados, como también se ha mostrado en otros reportajes, la droga se sigue vendiendo abiertamente como las verduras, frutas y abarrotes y las autoridades policiales no hacen nada para contarrestar ese problema.

Primer contacto

Los mercaderes dedicados al narcomenudeo ocultan el alcaloide y el alucinógeno debajo de los canastos y entre las verduras, frutas y abarrotes que ofrecen a los consumidores.

El equipo de investigación de LA PRENSA de nuevo se internó en los mercados para conocer cómo se mueve el mundo de las drogas.

El primer día, después de varias vigilancias, identificamos que frente al basurero del mercado Medina, en el lugar conocido como la rampa, hay varios puestos donde circula el 'polvo blanco'. Eran las dos de la tarde, nos dividimos en dos equipos, uno se quedó frente al basurero donde íbamos a hacer nuestro primer contacto.

'¿Tenés algo que me vendás?', le preguntó nuestro comprador a un grupo de vendedores frente al basurero.

-'No, no te podemos vender, anda más abajo allá tal vez sí', le respondieron los individuos.

Media cuadra abajo, entre las seis y siete calles, el comprador tuvo un segundo contacto y uno de los jóvenes que es bandera lo llevó cerca de una bodega donde tenían el narcótico. Al llegar al lugar otro tipo le agarró el dinero y se fue para donde otra persona a traer la droga y después el bandera le entregó la mercancía al comprador.

Segunda compra

La operación de la segunda compra se hizo en tres carros. Nos metimos a la zona del mercado Medina a vuelta de rueda. En el vehículo que iba adelante se conducía el comprador y atrás en dos automotores más íbamos los reporteros simulando que andábamos comprando verduras.

Cuando el comprador se bajó del automotor se le acercó un tipo y le dijo: 'Ciento cincuenta te cuesta el gramo de coca y cincuenta la piedra ¿cuánto querés?'.

El comprador le respondió: 'está bien, quiero un gramo de coca'. Luego le entregó dinero y el sujeto fue a traer la droga. Minutos después regresó y le entregó la mercancía.

En el trabajo de inmersión se estableció que la venta de droga está manejada por verdaderas mafias lideradas por algunos verduleros y comerciantes de otros productos.

Para comprar cocaína, crack y marihuana hay que tener contacto al menos con tres personas.

Los compradores no tienen contacto con la persona que maneja la droga, el cual hace las transacciones a través de las mulas que por lo general son menores y adolescentes, muchos de ellos adictos a los estupefacientes.

A los menores y adolescentes utilizados como mulas los narcos les pagan en especie, o sea que por determinada cantidad de transacciones que hagan les dan una piedra de crack, un gramo de coca o un carruco de marihuana.

Lucro de policías

Personas que pidieron el anonimato les manifestaron a los reporteros que varios agentes de la Policía se lucran con el negocio de las drogas en los mercados.

'Varios agentes les cobran dinero a los pequeños narcotraficantes para dejarlos operar a sus anchas.

Además, los policías saben bien en qué hoteles y hospedajes llegan a alojarse las personas que traen la marihuana y la cocaína del interior del país, pero no los apresan porque también les cobran dinero.

En las redes de distribución de crack, marihuana y cocaína que operan en los mercados y en las calles adyacentes también tienen participación varias trabajadoras del sexo que tienen esa zona como su centro de operaciones.

También algunos miembros de pandillas se encargan de suministrar el alcaloide a los verduleros y comerciantes que están en este ilícito negocio'.

Las mismas personas indicaron que el negocio de la droga es una de las principales causas de la violencia que se da en los mercados.

'Muchas muertes que se dan aquí son por problemas de droga y la Policía no investiga nada porque ellos están en el negocio', manifestaron los entrevistados, quienes indicaron que las autoridades policiales sólo ejecutan operativos cuando los medios hacen reportajes.

Primer reportaje de investigación

En septiembre de 2005 un equipo periodístico de Diario LAPRENSA dejó al descubierto la venta de drogas en los mercados.

Mientras muchas amas de casa llegan en busca de las verduras por la mañana, otros llegan a adquirir estupefacientes.

En ese entonces, el Ministerio de Seguridad, Óscar Álvarez, desplegó elementos de la Policía Preventiva y de Investigación y hasta caninos para detectar los alucinógenos en los diferentes puestos de venta de los mercados.

Se estuvieron haciendo constantes operativos, pero según denuncias el ilícito se siguió dando y se sigue dando a toda hora del día en este sector.

A raíz de los reportajes de LA PRENSA, que evidenciaron el ilícito negocio en los mercados, los vendedores de droga cambiaron su forma de operar.

Ahora el dueño de la droga no tiene contacto con los compradores, sino que utiliza a los intermediarios para evitar capturas.