08/12/2024
01:14 AM

El covid-19 figura entre los monigotes que serán quemados

Durante nueve meses, la pandemia ha causado luto, dolor y cuantiosas pérdidas en el país.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Llegó el último día del año -¡al fin!-, hoy la nostalgia en la cuenta regresiva de 2020 dejará algunas lágrimas y sentimiento de dolor en muchas personas, por un año marcado por más de nueve meses de pandemia por el covid-19 y dos fenómenos naturales que causaron estragos.

    Hoy, muchos hondureños, justo cuando comience a agonizar el 2020 y esté por nacer el 2021, pondrán en práctica sus tradiciones con las que confían que lo bueno empapará de dicha el año nuevo, y todas las penas y dolores quedarán en el pasado.

    Algunas personas aprovechan para acudir a misa o culto y otras para reunirse en familia para cenar con el compromiso de cumplir con las medidas de bioseguridad.

    Estas costumbres siguen vigentes a pesar de que el invitado no deseado, el covid-19, pueda escurrirse en esas cenas familiares.

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    Otros recibirán el año nuevo con sus tradiciones que dependen de la capacidad de adquisición de las personas, según el sociólogo Pablo Carías.

    Las representaciones de personajes, rellenas con morteros y petardos, serán quemadas esta noche como una tradicional expresión popular.

    Cambio

    Armando Orellana, experto de la sociología, consideró que estas actitudes reflejan la idea de renovación de los ciudadanos. “Hay quienes no tienen condiciones para estas actividades, pero hay quienes con estos actos se predisponen al cambio. Son construcciones sociales que el ser humano ha establecido fechas, aunque los días continúan, pero son formas de expresar su deseos de innovación”, manifestó Orellana. Entre otras de las actividades que curiosamente realizan las personas está salir con una maleta para dar una vuelta por la cuadra, con lo que esperan tener muchos viajes en el año nuevo.

    Hay quienes van un poco más allá y usan ropa interior de color rojo para tener fortuna en el amor y color amarillo para obtener dinero. José Almendárez es un capitalino que a las 12:00 del 1 de enero comerá las 12 uvas junto con su familia para pedir un deseo.

    “Para el 2021 pido salud y prosperidad, pero lo que más deseo es que se aleje esta pandemia”, dijo con esperanza.