Las autoridades de Honduras decidieron este lunes mantener la alerta amarilla (de vigilancia) en el departamento de Santa Bárbara, oeste del país, y verde (de prevención) para otros 11 durante 48 horas por la continuidad de las lluvias.
La alerta amarilla rige en Santa Bárbara desde las 9.00 hora local, indicó en un comunicado la Secretaría de Estado en los Despachos de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales.
Los departamentos en alerta verde, también por 48 horas, son Comayagua, Francisco Morazán y La Paz (centro); Valle y Choluteca (sur); Intibucá, Copán, Ocotepeque y Lempira (oeste), Cortés (norte) y El Paraíso (este), señaló el organismo de protección civil.
Según el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), “continuarán las lluvias y chubascos débiles a ocasionalmente moderados acompañados de tormentas eléctricas aisladas en la mayor parte del país”.
Señaló que las precipitaciones continuarán debido al “transporte de humedad proveniente desde el mar Caribe y el océano Pacífico al interior del territorio nacional y que las mayores intensidades y acumulados se registrarían en áreas del sur”.
Los expertos de Cenaos advierten que debido a la intensidad de las lluvias sobre todo en el oeste, centro y sur del país “existe un alto nivel de humedad, saturación del suelo, incremento del caudal de los ríos y como consecuencia se han reportado daños como deslizamientos y deslaves y derrumbes en sectores de los departamentos alertados”.
Ante ello, la institución hondureña instó a la población de los departamentos bajo alertas a que mantengan las medidas de precaución y de monitoreo constante del comportamiento de las lluvias y de los ríos que presentan crecimiento de su caudal como el Ulúa y Chamelecón, así como de los ríos Goascorán, Choluteca y Nacaome.
Además, obedecer las instrucciones de los entes de primera respuesta de evacuar ante una amenaza, sobre todo a los que viven en las riberas de los ríos, y mantenerse informados de los boletines oficiales.
La alerta amarilla en Honduras conlleva evacuaciones preventivas en regiones con riesgo de deslizamientos, derrumbes, inundaciones o desbordamiento de ríos, mientras que la verde significa que se debe dar seguimiento al comportamiento de un fenómeno que pueda resultar en desastre.
