Para el analista político Julio Navarro, la proliferación masiva de votos nulos en las recientes elecciones primarias en los tres partidos tiene su origen, en gran parte, en el control casi absoluto de las mesas por parte de uno de los movimientos en contienda.
A esto hay que sumarle los votos blancos, que si bien es cierto la mesa electoral receptora no tiene responsabilidad porque refleja la intención del ciudadano, también son significativos porque fueron numerosos, especialmente en el Partido Liberal.
Casi 300 mil personas que acudieron a las urnas el 18 de noviembre anularon el voto o ejercieron el sufragio en blanco. El Partido Liberal registra 38,926 votos nulos; 5,693 el Partido Libre y 79,451 el Partido Nacional. Entre los tres partidos se generan 124,070 votos nulos, equivalentes al 13.41% de la cantidad electoral.
En cuanto a votos blancos, el Partido Liberal lleva acumulados 59,832, el partido Libre 25,500 y 85,853 el Partido Nacional. Entre nulos y blancos, los tres partidos suman casi 300 mil votos que no fueron tomados en cuenta, equivalentes al 33.42%.
Los votos nulos duplican la sumatoria de los votos obtenidos por las cuatro corrientes minoritarias de los dos partidos históricos, que apenas acumularon 58,196 votos válidos. Los votos blancos, por su parte, triplican a los movimientos en referencia. Para Navarro, el comportamiento de los votos nulos “es inédito en la historia electoral de Honduras”. “A lo más que han llegado los votos nulos y blancos es al 1.6%”.