Los efectos del cambio climático son uno de los principales factores para la reducción de siembra de granos básicos en el país.
De acuerdo con estimaciones de la Asociación Nacional de Productores de Granos Básicos (Prograno), entre 2018 y 2022 se han perdido unas 50,000 manzanas de tierra para la siembra de maíz y frijoles debido al cambio climático, lo que reduce la cantidad de cosecha de los cultivos.
“Cada año vamos reduciendo áreas de siembra. En 2018 había 198,000 manzanas como intención de siembra, pero a la fecha hemos bajado 50,000 manzanas, debido principalmente a los fenómenos naturales y períodos de sequía que se han registrado en los últimos años”, señaló Dulio Medina, presidente de Prograno.
Dato
Además del cambio climático, factores como los bajos precios al momento de comercializar los granos básicos en el mercado, poco acceso a financiamiento para la siembra y el alto costo de los insumos son algunos de los problemas que están afectando a los productores.
Para el ciclo de postrera, el productor proyecta la pérdida de un 45% en la producción de frijoles.
“En el tema de cosecha de postrera vamos a tener un déficit, no más en frijol se perdió un 45%, eso significa que perdimos 300,000 quintales”, lamentó.
Medina espera que para el próximo año, cuando inicie el ciclo de siembra de primera, las condiciones climáticas sean favorables para la producción, de lo contrario más productores dejarán de sembrar.
“Si el invierno presenta debilidades el próximo año, las áreas irán reduciéndose más”, añadió.
Perspectivas
2022 ha sido un año influenciado por el fenómeno de la Niña (donde llueve más de lo normal), lo que desmarcó los ciclos de siembra.
Muchos productores sembraron en ciclos tardíos debido a las lluvias. Para 2023 se predice un año neutro, en el que la influencia de la Niña continúe hasta marzo o abril.
De acuerdo con los pronósticos para los próximos meses, que fueron presentados a las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) por parte del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), habrá condiciones normales.
“Los modelos pronostican que vamos a seguir bajo la influencia de la Niña hasta febrero o abril, después tendríamos condiciones neutras y así seguiríamos hasta mediados del próximo año”, indicó Francisco Argeñal, jefe de Cenaos, durante la presentación.
Explicó que el pronóstico para diciembre basado en el modelo meteorológico norteamericano indica que en una gran parte del territorio las precipitaciones serán por arriba del promedio.Para enero se prevé una disminución de las lluvias en casi todo el país.
“En enero, la tendencia es que va a llover igual que el promedio o un poco menos en casi todo el territorio. En ese mes bajan alrededor de 4 o 5 frentes cada año, y en 2023 estamos esperando que bajen entre 2 y 3, y eso nos estaría dejando un déficit de lluvias”, detalló.
En el mes de febrero, un aceleramiento del viento del este dejará lluvias y lloviznas en la zona sur, suroccidente, el oriente, que andarán por encima del promedio. Para el resto del país, las precipitaciones serán menores.
