Eran amigos, trabajaban juntos y se divertían mucho cuando estaban en sus labores. Así describieron a los jóvenes que perdieron la vida tras la explosión de la cohetería artesanal en Vivistorio, aldea ubicada a unos 17 kilómetros de la cabecera departamental de Copán.
“Eran muy alegres. Daba gusto cuando uno pasaba en frente de la cohetería y uno los escuchaba bromear. Siempre estaban trabajando afuera y por eso uno los podía ver”, contaron allegados de los jóvenes que fueron víctimas mortales del siniestro.
Han transcurrido 10 días desde que la explosión en una cohetería artesanal provocó la muerte de nueve jóvenes en la comunidad de Vivistorio.
“Perdí a mi esposo y a mi niño, estos días han sido de tristeza y mucho dolor. Tengo que salir adelante porque tengo otra hija de nueve años”, relató Norma Rivera, esposa de Mario Rolando Tábora, sepultado ayer en la aldea, y madre de Mario Alberto, quien murió el lunes.
“Hace como dos meses (Mario) me dijo que se quería salir de ese trabajo porque le estaba saliendo malo, pero siempre se quedó porque quería sacar adelante la familia”, contó la viuda.
Alcalde de San José, Copán
Damián Portillo:
“Hay dificultades económicas que orillan a los jóvenes a estos trabajos”
“Mi hijo Marito dejó la carrera para trabajar porque quería arreglarse los dientes. Me prometió que solo este año iba a trabajar para poder estudiar y convertirse en maestro”, lamentó la acongojada madre.
El accidente ocurrido el mediodía del 26 de octubre conmovió a todos los pobladores de la referida aldea, donde han tenido que enterrar a sus familiares muertos casi todos los días desde que ocurrió el trágico hecho.
“Este ha sido un golpe duro que nos ha dolido a todos. Son varias familias las que están de luto, pero aquí sentimos como nuestro el dolor de ellos, ya que eran jóvenes llenos de vida los que fallecieron”, contó doña Vilma Arita, vecina de Vivistorio.
El municipio se encuentra de luto desde hace 10 días, tiempo en que la tristeza no se va.
Peligro
Pobladores relataron que en coheterías cercanas se dejó de trabajar porque “hay temor”.
Relataron que personal de Salud ha tenido que llegar a varias viviendas a evaluar a vecinos que afirman estar nerviosos luego del incidente.
El alcalde de San José, Damián Portillo, dijo que “es nuestro compromiso coordinar con las personas que están en esto (coheteros), hay que hacer énfasis en que es un trabajo peligroso. Hay que crear otro tipo de oportunidades para que la gente se siga ganando la vida honradamente, para ello necesitamos apoyo del Gobierno”.
Autoridades gubernamentales retomarán el tema de profesionalización para el personal.
A consecuencia de la explosión en la cohetería perdieron la vida Renán Umaña, Yesther Baide, Orlin Álvarez, Miguel Portillo, Mario Alberto Tábora, Isaías Martínes, Cristian Portillo, Jaime García y Mario Rolando Tábora, solo sobrevive Luis Alonso Villanueva, quien está hospitalizado en el Hospital Escuela de la capital.
