Escenarios críticos al 2050 “pinta”el cambio climático

Las consecuencias que el cambio climático ya está causando en Honduras están siendo estudiadas por investigadores hondureños y de las universidades de Stanford y Columbia.

Foto: Jessica Figueroa

Luego del paso del primer frente frío de la temporada registrado en la semana del 22 de octubre, una mantarraya apareció muerta en la franja donde desemboca el río Cuyamel.

mié 2 de noviembre de 2022

12 min. de lectura

SAN PEDRO SULA

Gustavo Cabrera es un científico hondureño experto en cambio climático. Biólogo de profesión, ya acumula más de 30 años de experiencia en este campo y actualmente es el director general de Cuerpos de Conservación Omoa (CCO).

Hoy en día asegura que tiene la capacidad de señalar punto por punto todos los lugares que serán tragados por el mar en Omoa, Puerto Cortés y otros lugares de la costa hondureña.

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Él predijo en 2006 que en 10 años las comunidades de las barras de los ríos de Cuyamel y Motagua iban a desaparecer. Y solo se equivocó por un año de diferencia, ya que en 2017, las comunidades fueron declaradas no habitables. Su voz, entonces, no tuvo eco, hasta ahora que se comprobó aquello que dijo.

Mal clima
El mar entró un metro por mes en los últimos 10 años en las barras de Cuyamel. Y hubo un evento que en menos de 10 días causó la pérdida de cinco metros.

Su explicación parece una cátedra o charla magistral, y cómo no, si lleva cuatro décadas dando seguimiento al tema y estudiando lo que pasará en los próximos 30 y 50 años en el país.

Lo primero que explica es que en las costas se dan dos fenómenos parecidos y que casi siempre van de la mano: la erosión costera y la intrusión marina.

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El primero es el que ocurre enfrente de la costa por efecto de las mareas. Es decir, es el que se está comiendo el territorio.El segundo, es la entrada de agua salada a los suelos con salinidad dulce.

Mientras la erosión costera rompe el ecosistema frontal como las playas y las dunas de arena, la intrusión marina destruye las zonas de cultivos porque son suelos que antes se utilizaron para la agricultura y ganadería, y producto de la salinidad ambas prácticas ya no se pueden dar.

Lo que le está pasando a las costas hondureñas tiene varios factores y el primero es el cambio climático, que a su vez está incrementando el nivel del mar.

Conocer cuánto y cómo afectará el cambio climático a Honduras, en particular en las costas, es una tarea que le ha llevado más de dos años y el trabajo conjunto con investigadores de las universidades de Stanford y de Columbia, mediante un proyecto financiado con fondos alemanes por la WWF o Fondo Mundial para la Naturaleza, en español. Con ellos están visualizando los escenarios climáticos para los próximos 30 y 50 años en el país.

Para que la audiencia de LA PRENSA Premium comprenda con más facilidad lo que esto representa, dividiremos la ponencia de Cabrera en varios segmentos.

Aumento del nivel del mar

“Hay como 23 escenarios que pueden suceder, y cada escenario se va a dar de acuerdo con lo que nosotros podamos hacer o evitar. Hay un escenario crítico y uno óptimo, y ninguno es halagador. Es más, la mayoría son críticos. En el mejor de los escenarios que hagamos cosas interesantes vamos a tener un aumento del nivel del mar de por lo menos un metro (de 60 a 100 centímetros), pero si nosotros no hacemos nada vamos a tener un nivel hasta dos metros de aquí al 2050. Con un centímetro que aumente el mar es una masa enorme de agua, ya eso en una marejada, es cualquier cantidad de metros cúbicos. Eso es lo que está poniendo en riesgo las comunidades costeras”, expuso.

Huracanes

Ver un huracán como Lisa, hoy pasando sobre territorio hondureño y un Martín yendo para Groenlandia solo evidencia que el cambio climático no puede estar más presente cerca de nuestras latitudes.

Cabrera señala que estos fenómenos serán cada vez más extremos, porque se calienta el mar y se calienta la superficie.

Estudios
Las consecuencias que el cambio climático ya está causando en Honduras están siendo estudiadas por investigadores hondureños y de las universidades de Stanford y Columbia

A más temperatura, menos presión atmosférica, lo que produce huracanes más violentos e impactos más fuertes en las costas. Eso en paralelo causa un cambio en los patrones de las corrientes marinas, que ahora es más rotatorio y escarba más la costa.

Ciudades engullidas

Este problema ya se está dando en la zona norte del país. Citó por ejemplo lo que le pasa a Puerto Cortés.

“Esta ciudad está cuatro centímetros bajo el nivel del mar y si aumenta 40 centímetros, la ciudad va a quedar 44 centímetros por debajo. Esto es con base a los estudios proyectados al 2050 elaborados con las universidades de Stanford y Columbia, cuya información es avalada por la Nasa”.

Temporadas criticas

Para el mar se da principalmente de noviembre a marzo con la llegada de los frentes fríos. Son fenómenos con viento norte. Cabrera explica que aunque suene raro, Honduras no está en la ruta de los huracanes. Cuando estos cruzan las Antillas, esa barrera que forman varias islas, los huracanes se vuelven más agresivos y afectarán adonde quiera que impacten.

“Los huracanes no vienen en nuestra ruta, porque por lo general van al norte, o nos pasan por encima, a menos que sean huracanes que ocurran después de noviembre (como Lisa, por ejemplo) nos afectarían porque ya están bajando los frentes fríos. Entonces, si el huracán choca contra ese frente, este no lo deja pasar, justo lo que pasó con Mitch, con Eta y Iota, e incluso Julia. Ese huracán (Julia) no nos afectó porque sobre nosotros había un frente frío y no dejó pasar el huracán por su ruta normal y lo tiró bordeando el frente frío, por eso afectó a Nicaragua y no a nosotros”, expuso.

Los frentes fríos se llaman así, porque lo que viene al frente es una masa de agua (gran tormenta) y el frío viene atrás, y como pesa, empuja la humedad.

Calentamiento de las aguas

Esto lo que provoca es la muerte de los arrecifes, porque al haber mayor temperatura en el mar, el agua se vuelve ácida y muere el arrecife, y esas son las barreras de los grandes oleajes.

Rompeolas

En Omoa el primero que se construyó fue en Chivana. El problema es que con ellos se gana territorio o playa de un lado, pero se come el otro lado.

" Hay un coctel de factores que se están conjugando para que se dé la pérdida de playa y es similar a lo que pasa en Bajamar y las barras del Motagua y Cuyamel en Omoa "

Entonces, el vecino del primer rompe ola construye otro, y se va dando un efecto dominó.Lo mismo pasó cuando Gas del Caribe hizo su rompeolas, se comió la playa municipal de Omoa. Los ríos hacen barreras naturales y comen playa de un lado y ganan de otro.

Arrecife
La barrera de arrecife de Puerto Cortés está frente a Bajamar y se llama Boratex. Está fuertemente amenazada por el sedimento y los microplásticos.

Otro ejemplo en Omoa es el de la laguna de Centeno, hoy extinta. Un rompeolas a su costado derecho destruyó en 2012 la barra que la separaba del mar, entonces, el rompeolas de Gas del Caribe hizo que la laguna se rellenara. Ahora ya no hay laguna.

Sismos

En Omoa se dan muchos y aunque la mayoría son imperceptibles por la población causan hundimientos en los territorios aluviales (acumulados) arenosos no comparados. Ello provoca el fenómeno de licuefacción, lo que compacta el suelo y lo deja por debajo del nivel del mar.