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Con un diagnóstico al TSC iniciarán sus funciones los nuevos magistrados

  • 10 noviembre 2016 /

Tegucigalpa, Honduras.

El 7 de diciembre deben tomar posesión los tres nuevos magistrados del Tribunal Superior de Cuentas (TSC); y una de las primeras acciones será hacer un diagnóstico de la institución.

José Pineda Varela, uno de los magistrados electos por el Congreso Nacional, dijo que “antes de tomar medidas hay que hacer un diagnóstico de la institución que dirigiré junto a los otros dos compañeros”.

Lo anterior para encontrar las debilidades que tiene el Tribunal, con esa acción poner las medidas correctivas del caso. Algo similar plantea Ricardo Rodríguez, otro de los magistrados electos del TSC, quien exteriorizó que lo primero es hacer un análisis del trabajo que ha hecho la administración anterior.

“Vamos a determinar cuáles son las causas que tienen pendientes ejecutar, si hay pliegos de responsabilidad que no se hayan notificado, ver qué auditorías están pendientes de realizar”. Analizarán el personal del TSC para confirmar si están en los cargos correctos, de lo contrario serán removidos. Rodríguez reiteró que con los recursos económicos y humanos continuarán con las labores del TSC; aunque la Misión de Apoyo y lucha con la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) sugirió un incremento al presupuesto. “Vamos a ver si es posible ampliar el presupuesto, la Maccih recomendó mejorarlo para ampliar las auditorías”.

Mencionó que uno de los puntos importantes en las auditorías a las instituciones gubernamentales o funcionarios es reducir el tiempo en que se hacen. La visión de los nuevos magistrados es tecnificar las auditorías, de esa manera hacerlas más funcionales y en menos tiempo, ya que hay análisis que se tardan hasta tres años. El también electo magistrado Roy Pineda consideró que las unidades de auditorías deben poner controles específicos para combatir la corrupción .

El Congreso escogió el martes, mediante 97 votos a favor, a los nuevos funcionarios que ocuparán estos cargos públicos por siete años, pero de una manera inesperada y adelantándose a la fecha estipulada en el cronograma de trabajo aprobado por la comisión multipartidaria.