17/04/2024
07:24 PM

Comunidad LGBT de Honduras reporta altos índices de ansiedad y depresión

Defensores de derechos humanos solicitaron que se preste atención a la salud mental de las personas LGBTI.

Tegucigalpa, Honduras.

El 30,9 % de las personas LGBTI en Honduras experimenta síntomas de ansiedad y un 28,6 % depresión, señala un estudio difundido este miércoles en Tegucigalpa.

“Las personas consultadas manifestaron que habían sido diagnosticadas con ansiedad (30,9 %) y depresión (28,6 %) en el último año, además de otros (23,6 %) trastornos del estado de ánimo”, subraya el informe.

La investigación titulada “Salud mental y diversidad sexual: Una exploración”, fue hecha por el Movimiento Diversidad en Resistencia (MDR), con apoyo del Centro de Derechos de la Mujeres (CDM).

La discriminación, estigma, marginación y el rechazo son factores de riesgos para que la población lésbica, gay, bisexual, transexual e intersexual (LGBTI) sea más propensa a problemas como depresión y ansiedad, añade el documento..

POLÍTICAS PARA PRIORIZAR LA SALUD MENTAL

Alison Hernández, representante del MDR, dijo a Efe que el Gobierno debe “tomar cartas en el asunto” y promover políticas públicas para priorizar la salud mental de la población, especialmente de la comunidad LGBTI.

Hernández afirmó que las mujeres trans son “las más afectadas” por trastornos mentales debido a que “sufren altos índices de violencia”.

“Necesitamos que creen nuevos protocolos de atención, políticas públicas e incluyan la salud mental para la diversidad sexual, para disminuir o erradicar esta problemática”, subrayó la activista.

El MDR señaló la urgencia de crear un programa de atención psicológica exclusiva gratuita para personas LGBTI con abordajes científicos enmarcados en el respeto de los derechos humanos, “con fuerte énfasis en la atención sin estigma, sin prejuicios y sin exclusión”.

También solicitó “apresurar el proceso de construcción de la nueva política nacional de salud mental, que incluya la atención diferenciada a la población LGBTI” mediante la creación de protocolos de atención integral que salvaguarden la integridad, dignidad, salud y vida de los miembros de ese colectivo.