Ante la enorme escasez de agua en la capital, Alejandro Álvarez, presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción, dijo que la construcción del trasvase solo es un paliativo.
Álvarez opinó que esta obra se podría convertir en una medida de mitigación temporal, pero nunca en la solución definitiva.
“Solo la construcción de represas como Guacerique II o el embalse del Río del Hombre pondrían un final histórico a la escasez de agua en Tegucigalpa y, en especial, en los sectores más pobres”, expresó.
Los trasvases son obras hidráulicas cuya finalidad es incrementar la disponibilidad de agua en una cuenca vecina.
Álvarez exigió más diligencia de las autoridades de gobierno en la identificación de obras que generen desarrollo a largo plazo y no por una temporada.
“Tegucigalpa tiene un déficit de 80 millones de metros cúbicos de agua y la capacidad del trasvase está muy por debajo de esta cantidad”.
La construcción del sistema con que se pretende trasvasar al año un volumen máximo de 5.29 millones de metros cúbicos de la presa Los Laureles a la planta de tratamiento de la Concepción está en proceso de licitación.
