Para el gobierno de Costa Rica, el comercio entre ese país y Honduras es secundario frente a la ola de violencia desencadenada por el narcotráfico que ha convertido a ese país en el principal centro de distribución de cocaína con destino a Estados Unidos y Europa.
En la conferencia de prensa que realiza semanalmente, tras ser consultado si había considerado pérdidas económicas que ocasionaría la imposición de visas consulares a los hondureños, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, respondió que “cuando todo mundo clama por la seguridad de la ciudadanía y el derecho a la vida de nuestros ciudadanos, los números económicos son o deben volverse secundarios”.
“Teníamos información fehaciente de que grupos que venían, no solo a hacer sicariato (...), la detención de un exmilitar hondureño que vino (la policía lo detuvo y se lo mandamos al Poder Judicial) a matar a alias Chock con armas de guerra y que entendemos algunos otros vinieron a establecer escuelas de sicariato. Y usted cree que yo voy a ver la balanza comercial de Costa Rica y Honduras en avalar la decisión y recomendación del ministro seguridad pública, no. Las prioridades son las prioridades (...)”, argumentó.
En la conferencia, Chaves le solicitó al ministro de Seguridad, Mario Zamora, “quien en consulta con el canciller tomaron la decisión”, los aspectos que valoró para recomendar la medida.
“Describir el flujo migratorio. Es inexistente el turismo Costa Rica Honduras, Honduras Costa Rica. Muy bajo impacto (...). La medida de aplicación de visa es una medida soberana de un estado, esto no se comprarte internacionalmente (...), nos sorprende la intromisión de Honduras en un asunto interno de Costa Rica y de política interna del país”, dijo.
En el momento que Zamora retoba las críticas contra Honduras, Chaves lo interrumpió y manifestó que no le sorprende que el gobierno hondureño “esté preocupado por eso” y dijo que hasta lo “encuentra legítimo que quieran dialogar”. “Yo le expliqué a la señora presidenta, doña Xiomara Castro, con todo respeto, que es lo que estaba motivando esta situación y me comprometo aquí y ante el pueblo hondureño de revisar estas medidas de la manera más constructiva en los próximos meses (...). Al gobierno de Honduras le digo, queremos dialogar, queremos trabajar juntos, le ruego al pueblo hondureño que no piense que pensamos que los hondureños son gente que no merece venir a Costa Rica”, dijo.
Reacciones
Para analistas y políticos hondureños, tanto oficialistas como de la oposición, la medida tomada por Costa Rica vista de manera aislada es una decisión soberana, pero los argumentos esgrimidos por Chaves agreden la nacionalidad hondureña y dan lugar a sospechar de que el gobierno tico tiene otras intenciones.
“Esa es una agresión a nuestra dignidad. Luego de los intentos fallidos del canciller... de intentar repetidamente que ellos cambiarán la decisión y de la presidenta que habló con el presidente de Costa Rica, dijeron no, el gobierno de Honduras no tuvo más remedio que imponer las mismas restricciones a ellos. Daña el comercio, la industria y el turismo. Costa Rica exporta $600 millones a Honduras por año, que empiecen ellos a presionar a su gobierno. Nosotros estamos listos a cambiar esa decisión si ellos cambian”, dijo Antonio García, vicecanciller hondureño, a medios de comunicación.
Contrario a la idea que tiene el presidente tico, la Federación de las Cámaras de Comercio del Istmo Centroamericano (Fecamco), la imposición de visas causan “serios problemas a la movilidad de personas” dentro de una “región conectada comercialmente y con objetivos comunes”. Esa organización empresarial, que incluye la Cámara de Comercio de Costa Rica, llama a los dos gobiernos a “analizar las medidas tomadas a la luz de los objetivos y principios fundamentales del Sistema de Integración Centroamericana”.
Carteles
El gobierno de Costa Rica, cuyo ministro de Seguridad reconoció en julio que en ese país hay una “mexicanización del crimen”, ha tomado a Honduras de chivo expiatorio para tratar de demostrar a los ciudadanos que están ejecutando medidas para combatir el narcotráfico y lavado de activos, negocios ilícitos que desde hace varios años se le escapó del control y ahora explota con una ola de violencia.
Tanto el presidente Chaves como el ministro, además de estar frente a una escalada de violencia, han resultado salpicados en un escándalo sobre presuntas negociaciones con cárteles de la droga.
Luego de que el periódico El Universal de México publicara un reportaje sobre esa situación, el pasado 28 de septiembre, el Ministerio Público anunció la apertura de una investigación con el fin de establecer si el gobierno ha entablado negociaciones con los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Al mismo tiempo, el gobierno tico es objeto de cuestionamientos porque, según el Instituto Costarricense Sobre Drogas, este año han decomisado 90.5% menos coca que en 2022.
Mientras países como Honduras han logrado sacudirse en gran parte esas estructuras criminales, Costa Rica consume y es el principal punto de embarque.
“Costa Rica sigue siendo el principal punto de transbordo de cocaína en ruta a Estados Unidos desde Sudamérica y es un punto de tránsito clave en el tráfico internacional de narcóticos”, establece el International Narcotics Control Strategy Report, publicado por la Oficina de Narcóticos Internacionales y Asuntos de Aplicación de la Ley del Departamento de Estado de EUA.