Tegucigalpa, Honduras.
La Iglesia Católica hizo un llamado ayer a la población para que haya solidaridad entre los hondureños.
En la homilía de la misa dominical, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez mencionó que los hondureños han perdido ese valor o ya no lo demuestran.
“La solidaridad hace tanta falta en nuestro país. Entre patronos y obreros, entre personas de distintas razas, con los emigrantes, en cristianos creyentes de otras religiones no existe solidaridad, y a eso no llama la Palabra de Dios”, expresó Rodríguez.
Si bien el mensaje va dirigido para todos los hondureños, el Cardenal hizo mayor énfasis en la relación que se da hoy en día entre los patronos y empleados, pues en muchas ocasiones no hay cordialidad. Además, se enfocó en el irrespeto que se da entre las personas que no respetan los derechos humanos y discriminan a otras, ya sea por el color de piel, la religión o la ideología que siguen.
También habló sobre la situación que pasan los migrantes de diferentes países y se mostró en contra de la deportación de personas. “Los judíos no se mezclaban con los extranjeros, y hoy en día se vive exactamente lo mismo, sucede lo mismo en nuestro país”, afirmó.
El Cardenal llamó a la población a apegarse al valor de la solidaridad, puesto que cuando lleguen ante Dios tendrán que rendir cuentas de las acciones que realizan en vida.
Durante la celebración, el Cardenal señaló que los hondureños deben ser misericordiosos.
La Iglesia Católica hizo un llamado ayer a la población para que haya solidaridad entre los hondureños.
En la homilía de la misa dominical, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez mencionó que los hondureños han perdido ese valor o ya no lo demuestran.
“La solidaridad hace tanta falta en nuestro país. Entre patronos y obreros, entre personas de distintas razas, con los emigrantes, en cristianos creyentes de otras religiones no existe solidaridad, y a eso no llama la Palabra de Dios”, expresó Rodríguez.
Si bien el mensaje va dirigido para todos los hondureños, el Cardenal hizo mayor énfasis en la relación que se da hoy en día entre los patronos y empleados, pues en muchas ocasiones no hay cordialidad. Además, se enfocó en el irrespeto que se da entre las personas que no respetan los derechos humanos y discriminan a otras, ya sea por el color de piel, la religión o la ideología que siguen.
También habló sobre la situación que pasan los migrantes de diferentes países y se mostró en contra de la deportación de personas. “Los judíos no se mezclaban con los extranjeros, y hoy en día se vive exactamente lo mismo, sucede lo mismo en nuestro país”, afirmó.
El Cardenal llamó a la población a apegarse al valor de la solidaridad, puesto que cuando lleguen ante Dios tendrán que rendir cuentas de las acciones que realizan en vida.
Durante la celebración, el Cardenal señaló que los hondureños deben ser misericordiosos.