26/04/2024
12:36 PM

'Honduras sufre las heridas de la violencia y la impunidad”: cardenal Rodríguez

Tegucigalpa, Honduras.

Honduras sufre las heridas de la pobreza, la violencia, el crimen organizado, la indiferencia, la impunidad, la división y hasta el odio, lamentó ayer el arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, durante la celebración de la tradicional misa crismal de Jueves Santo.

En un ambiente revestido de solemnidad, espiritualidad y fe, miles de católicos se dieron cita en la basílica menor de Nuestra Señora de Suyapa de la capital del país para escuchar el mensaje pastoral y a la vez renovar su fe en Jesucristo.

Durante el solemne oficio religioso, decenas de sacerdotes de la arquidiócesis de Tegucigalpa también renovaron sus votos de servicio a Cristo y a la iglesia en presencia de su líder terrenal.

Inmediatamente después se llevaron al altar en procesión los santos óleos para los enfermos, catecúmenos y el santo crisma, adonde fueron bendecidos por el arzobispo.

La misa estuvo presidida por el máximo jerarca de la iglesia católica hondureña, el obispo auxiliar de Tegucigalpa Juan José Pineda y los sacerdotes de las diferentes parroquias que componen esta diócesis.

Foto: La Prensa

Al cabo de la homilía los sacerdotes fueron llamados por el obispo a renovar su identidad como discípulos y misioneros de Jesucristo.
Desde muy temprano, el recinto religioso lució abarrotado de miles de fieles que prefirieron pasar sus vacaciones de verano en la ciudad y acompañar las diferentes actividades espirituales conmemorativas a la vida, muerte y resurrección de Jesucristo que se celebran en estas fechas de asueto.

Laicos y jóvenes de las diferentes parroquias del centro, sur y oriente del país también asistieron al acto litúrgico.

En el servicio fue notoria la ausencia de las autoridades del Gobierno central.

Tras la homilía, el Cardenal invitó a todos los sacerdotes a renovar su consagración y dedicación a Cristo y a la Iglesia, al tiempo que los exhortó a seguir siendo fieles ministros de Jesucristo y misioneros que portan con valentía la antorcha de la fe.

Foto: La Prensa

Miles de católicos abarrotaron la basílica menor de Suyapa.
Homilía

El líder de la Iglesia Católica hondureña dirigió gran parte de su mensaje a los sacerdotes, a quienes congratuló por su valiente labor en las diferentes parroquias y pueblos en donde están asignados.

Comenzó recordando que esta celebración consagra los santos óleos que llevarán el bálsamo de la misericordia y de la gracia divina al pueblo cristiano de Honduras y es el día que se conmemora la institución de la santa eucaristía y el sacramento del orden sagrado.

“Hoy imploramos de manera especial la misericordia divina, y pedimos a los fieles cristianos que de manera especial oren por los sacerdotes para que sigamos llevando el tesoro de la gracia, aunque en vasijas de barro”, dijo.

Dirigiéndose a los sacerdotes presentes, los llamó a meditar en el libro de Isaías 61:1 y en el ejemplo de Jesucristo, quien los ungió y ha convertido en sus servidores y ministros de su presencia sacramental.

Por lo anterior, agregó que la vida de los sacerdotes está vinculada indisolublemente a Jesucristo para siempre.

Foto: La Prensa

Muchos fieles aprovecharon para renovar su fe y consagrarse más a Dios.
Manifestó que todo sacerdote está llamado a alabar y dar testimonio del amor misericordioso de Dios con una vida santa y lo mismo se puede decir de toda la comunidad cristiana.

“En el año santo de la misericordia debemos ser para toda Honduras como lo dijimos a los jóvenes el sábado pasado, embajadores de la misericordia de Dios”, enfatizó el prelado hondureño.

“Todos nosotros ministros ordenados debemos estar completamente disponibles al don misericordioso que Dios Padre quiere dispensar con abundancia a todo ser humano. El Padre busca este tipo de sacerdotes, ojalá que nos encuentre rebosantes de su santa unción para difundir entre los pobres la buena nueva de la salvación”, acotó.

En una parte de su mensaje, el cardenal Rodríguez deploró que “Honduras sufre las heridas de la pobreza, la violencia, del crimen organizado, la indiferencia de muchos, la impunidad, la división y hasta el odio”.

Foto: La Prensa



Agregó que todo esto puede generar desesperanza en la gente, sin embargo, dijo que los sacerdotes son los responsables de llevar la alegría de la fe, que genera un mensaje alegre y lleno de esperanza.

“Somos portadores de esa palabra que tiene en sí misma la fuerza para resucitar aun a los que están muertos”, aseveró.

El obispo agradeció a los sacerdotes por su trabajo, sacrificio, amor y celo pastoral por sus rebaños y los exhortó a seguir adelante a pesar de los riesgos y peligros que implica seguir a Jesucristo y remar mar adentro.

A los laicos los exhortó a orar por sus sacerdotes, vicarios, ministros, obispos y por el papa Francisco y para que siempre tengan una palabra de gratitud hacia Dios.

“Les ruego que en este día tan especial en el que conmemoramos la institución del sacerdocio y el sacramento de la eucaristía, tengan una palabra de gratitud para con estos hermanos suyos especialmente los párrocos, sus vicarios, que cada día les regalan el pan de la palabra y el pan de vida que tanto necesitamos”, agregó el líder de la Iglesia Católica en el país.