San Pedro Sula, Honduras.
Con el objetivo de iniciar el año sirviendo a la sociedad, un grupo de voluntarios visitaron a los recién nacidos del hospital infantil Leonardo Martínez y del Mario Rivas.
El objetivo de la visita fue beneficiar a 80 bebés con obsequios que cubrirán sus necesidades básicas durante sus primeros meses de vida.
“Somos un grupo de amigos que tenemos 10 años realizando esta labor, a las madres de estos bebés les damos comida caliente aparte de las cosas que les obsequiamos a los pequeños como bañeras, ropa, pañales, utensilios de aseo personal, esta es una manera de compartir con los más necesitados un poco de las bendiciones que Dios nos dio durante el año”, expresó la voluntaria Ester Amaya.
Amaya añadió que con el paso de los años son más las personas que se suman a la obra y en su mayoría jóvenes.
“Esto nos llena de satisfacción porque son la generación que va a quedar a cargo de esto que ya se volvió un legado”, indicó. Muchas de las madres que fueron beneficiadas no pudieron ocultar su alegría y agradecieron con lágrimas el gesto.
“Yo no tenía ni ropita para sacar a mi bebé del hospital, le doy gracias a estas personas por lo que hicieron por nosotros que no tenemos nada en la vida, solo a nuestros hijos”, expresó Lourdes Peña, beneficiada.
Con el objetivo de iniciar el año sirviendo a la sociedad, un grupo de voluntarios visitaron a los recién nacidos del hospital infantil Leonardo Martínez y del Mario Rivas.
El objetivo de la visita fue beneficiar a 80 bebés con obsequios que cubrirán sus necesidades básicas durante sus primeros meses de vida.
“Somos un grupo de amigos que tenemos 10 años realizando esta labor, a las madres de estos bebés les damos comida caliente aparte de las cosas que les obsequiamos a los pequeños como bañeras, ropa, pañales, utensilios de aseo personal, esta es una manera de compartir con los más necesitados un poco de las bendiciones que Dios nos dio durante el año”, expresó la voluntaria Ester Amaya.
Amaya añadió que con el paso de los años son más las personas que se suman a la obra y en su mayoría jóvenes.
“Esto nos llena de satisfacción porque son la generación que va a quedar a cargo de esto que ya se volvió un legado”, indicó. Muchas de las madres que fueron beneficiadas no pudieron ocultar su alegría y agradecieron con lágrimas el gesto.
“Yo no tenía ni ropita para sacar a mi bebé del hospital, le doy gracias a estas personas por lo que hicieron por nosotros que no tenemos nada en la vida, solo a nuestros hijos”, expresó Lourdes Peña, beneficiada.
